Subidos a una tabla de surf, los voluntarios de la organización medioambiental Trash Hero Bangkok hacen frente a la epidemia del plástico recogiendo uno a uno los deshechos que encuentran en un sucio canal a las afueras de la capital tailandesa.
Ayudados por una palo de unos dos metros de longitud que les sirve para moverse entre las aguas y recolectar la basura gracias a un pequeño gancho, media docena de voluntarios acumulan en unos 20 minutos de trabajo más de 8 kilos de despojos.
"Nuestro objetivo principal es concienciar a las comunidades (sobre el uso de materiales desechables) y difundir el mensaje contra la contaminación, en especial por el uso del plástico", declara a Efe el español Albert Font, portavoz del grupo, tras la operación de limpieza en el canal Klong Suan.
Font, de 26 años y originario de la ciudad de Reus (Cataluña), llegó a la capital tailandesa hace meses para trabajar con una firma deportiva que colabora con donaciones para la asociación ecologista y se unió a ella como parte del ejército de voluntarios.
"Durante una campaña de limpieza en un canal de (la avenida) Rama 9 -a mediados de julio-, varios locales, entre ellos un mototaxista, salieron a ayudarnos. Ese es un buen ejemplo para explicar nuestro objetivo de unir a la población contra el plástico", incide Font.
El grupo bangkokiano es una de las ramas de la matriz Trash Hero World creada en 2013 por el suizo Roman Peter e ideada mientras viajaba por el Sudeste Asiático.
Durante su recorrido, Peter se topó con una isla deshabitada del sur de Tailandia con la orilla repleta de desperdicios.
"Nadie vivía allí, no había turistas y aún así estaba llena de kilos de basura", rememora el portavoz de la filial tailandesa.
Tras fundar la organización, la primera misión de Peter fue regresar a aquella ínsula y limpiarla.
En la actualidad, Trash Hero cuenta con grupos en más de una veintena de ciudades tailandesas, además de en países de la región como Indonesia, Birmania o Malasia, entre otros.
Además de proyectos de limpieza, Trash Hero Bangkok también organiza charlas didácticas en colegios de la capital y otras medidas destinadas a proteger el entorno.
"Los niños entienden rápido el problema y reaccionan de una manera positiva" en la búsqueda de soluciones, apunta el ecologista.
Uno de los proyectos en marcha es la distribución de un libro, escrito e ilustrado por voluntarios, que narra la historia de un chaval al que le gustan los animales y las acciones que realiza para preservar el medioambiente, "con el objetivo de incentivar a los menores a tomar acciones para salvar el planeta".
"Cerca del 90 por ciento de la basura que recuperamos de los canales y playas es plástico: bolsas, recipientes de comida o pajita", apunta Font, quien trabaja como gestor en sostenibilidad medioambiental y además es cofundador de proyecto barcelonés "Good Karma" que también realiza campaña en favor de la sostenibilidad.
El ecologista pide a gobiernos y comercios tomar medida frente a esta epidemia que afecta a todos los países y, como en el caso de Tailandia, una mejora en el sistema de tratamientos de basuras y reciclado.
China, Filipinas, Indonesia, Tailandia y Vietnam arrojan más de la mitad del plástico que contamina los océanos.
"El problema es enorme y no podemos luchar solos, necesitamos la ayuda de todo el mundo", dijo la noruega Celina Aas Tennessen, miembro del grupo capitalino, al hacer un llamamiento para que más voluntarios se unan a la causa, ya sea contactando directamente o través de las redes sociales.
"Ha sido divertido y una gran experiencia", apunta el español Ismael Morales, licenciado en biología y voluntario en la campaña de limpieza del canal Klong Suan.
"La naturaleza y el medioambiente son muy importantes para nosotros. Tenemos que darnos cuenta de ellos y a veces evitar utilizar materiales como el plástico, muy convenientes pero perjudiciales para el Planeta", sentencia Font.
FUENTE: EFE