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Ecuador agradece a Colombia operación contra "Guacho" y familias lo lamentan

Ecuador agradeció hoy a Colombia la labor de sus fuerzas que acabaron con la vida del disidente de las FARC Walter Patricio Arizala, alias "Guacho", mientras que las familias del equipo periodístico asesinado por el grupo armado consideran que los hechos dificultan su pretensión de llegar a la verdad del caso.

Tras el anuncio del presidente colombiano, Iván Duque, de que el disidente había muerto el viernes en un operativo militar en el departamento de Nariño, limítrofe con Ecuador, la respuesta del Gobierno ecuatoriano llegó en la madrugada.

Un comunicado de la Secretaría Nacional de Comunicación agradecía y reconocía "la acción de las fuerzas del orden de Colombia", que acabaron con la vida de alias "Guacho", al que se atribuye la muerte de nueve ecuatorianos: cinco civiles y cuatro militares.

Poco después, el presidente, Lenín Moreno, aseguró vía Twitter que la "caída de alias "Guacho" fue fruto de "un trabajo coordinado entre naciones hermanas", y que "gracias a Colombia ayer fue abatido", antes de recordar que en el país se encuentran detenidos una treintena de miembros de la organización que lideraba.

Arizala, que tenía 29 años y había escapado de una operación de captura en Colombia en septiembre pasado, era considerado el responsable del secuestro y asesinato de un equipo periodístico del diario quiteño El Comercio, compuesto por el redactor Javier Ortega, el fotógrafo Paúl Rivas y el conductor Efraín Segarra.

También se le atribuye el asesinato de Katty Velasco Pinargote y Oscar Villacís Gómez, una pareja de ecuatorianos capturada en abril cuando se desplazaba por una provincia fronteriza con Colombia.

Al grupo delictivo se le achaca la autoría de la muerte de cuatro uniformados ecuatorianos en ataques armados en la zona de demarcación, y el atentado con coche bomba en el principal cuartel policial de San Lorenzo (Esmeraldas), que dejó 28 heridos.

Pero su principal actividad ha sido el narcotráfico según las autoridades de ambos países, que acusan a la disidencia de enviar toneladas de cocaína hacia Centroamérica y Estados Unidos.

La muerte del dirigente ha sido recibida con consternación por los familiares de las víctimas civiles ecuatorianas, que han denunciado el mal manejo por parte de las autoridades del caso ante instancias internacionales, lo que ha llevado a la CIDH a crear un equipo especial con el objetivo de esclarecer lo ocurrido.

"Cada noticia para nosotros ha sido un dolor", manifestó hoy Galo Ortega, padre del periodista asesinado por la disidencia, en una comparecencia en la que exigió "que se haga justicia y verdad".

Ricardo Rivas, hermano del fotógrafo, dijo que los familiares reconocen "el trabajo de la Fiscalía y el Gobierno de Colombia", pero lamentó que con la muerte "Guacho", "se va mucha información vital para el esclarecimiento del caso".

Por su parte, Yadira Aguagallo, pareja del reportero gráfico, advirtió de los efectos que podría provocar la muerte de Arizala, como "retaliaciones en territorio", por parte de los cuadros ahora descabezados de la milicia armada.

Las familias censuraron además que "no existe un trabajo conjunto" por parte de los Gobiernos a ambos lados de la frontera y argumentaron que "no hay una presencia del Estado ecuatoriano y colombiano efectiva. Esa seguridad de la que nos hablan políticamente no existe".

Aguagallo invitó a ambas naciones "a no mirar la muerte de alias "Guacho" como un trofeo de guerra, sino como la posibilidad de hacerse cargo de sus territorios" y señaló que su muerte "no es motivo de celebración, así sea alias Guacho".

La también periodista reveló que el Gobierno de Ecuador ha hecho al menos siete ofrecimientos de desclasificar información vital para el caso, de los que ha hecho caso omiso, y reiteró su llamamiento a que les den a conocer las deliberaciones de los consejos de seguridad pública.

Los familiares insisten en que la colaboración de los dos Gobiernos implicados en la investigación de la CIDH ha sido "puntual" y que pese a los requerimientos aún siguen sin dar explicaciones sobre la información de una supuesta liberación fallida tres días después del secuestro, así como la fecha exacta del asesinato de sus seres queridos, entre otras cuestiones.

"Guacho" era uno de los criminales más buscados en Colombia y Ecuador, cuyos gobiernos habían ofrecido hasta 215.000 dólares como recompensa por información que ayudara a dar con su paradero.

FUENTE: EFE

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