El mortal brote del ébola en el este del Congo ha registrado más de 2.000 casos y se está acelerando, informaron expertos el martes.
El número de casos confirmados alcanzó esa cantidad tres veces más rápidamente de lo que tardó en llegar a los 1.000, dijeron los expertos. El brote, que fue declarado en agosto y es el segundo más mortal en la historia, ha provocado la muerte de más de 1.300 personas en una región volátil donde los ataques de los rebeldes y la resistencia de la comunidad han afectado las labores de contención.
La cifra de 2.000 es un “acontecimiento triste y frustrante. La inseguridad nos está retrasando”, comentó Tarik Jasarevic, portavoz de la Organización Mundial de la Salud, a la prensa en Ginebra. Cada ataque perpetrado en la región impide que los trabajadores de salud vacunen a la gente y monitoreen los miles de contactos de las víctimas.
La Comisión Internacional de Rescate, la Federación Internacional de la Cruz Roja y las Sociedades de la Media Luna Roja señalaron que se necesitaba “restablecer” la respuesta ante una de las enfermedades más peligrosas del mundo.
Ha habido muchos malentendidos en la región, que no había experimentado un brote de ébola hasta ahora, y los años de ataques a manos de los rebeles han dejado a muchos residentes recelosos de los forasteros, sobre todo de aquellos que estén acompañados de las fuerzas de seguridad congolesas o del personal de mantenimiento de paz de la ONU.
“Este brote sólo terminará cuando las comunidades se comprometan y lideren las labores de respuesta por ellos mismos”, dijo Nicole Fassina, coordinadora del ébola con la Federación Internacional de la Cruz Roja, en un comunicado. La protección armada para los trabajadores de salud podría agravar las tensiones en la región, agregó el comunicado.
Debido a la desconfianza, muchos casos del ébola no han sido contabilizados y el número de casos confirmados probablemente es una “subestimación y no un panorama realista del número de casos que hay”, comentó la Comisión Internacional de Rescate en otro comunicado. Muchas personas, asustadas, siguen muriéndose en sus casas en lugar de acudir a los centros de salud para ser atendidos.
FUENTE: AP