El número de fallecidos por las inundaciones en la capital de Indonesia subió a 43 personas el viernes luego de que los rescatistas recuperaron más cuerpos tras el retroceso del agua, dijeron funcionarios.
Las lluvias del monzón y el aumento del caudal en los ríos anegaron al menos 182 vecindarios en la zona de Yakarta y provocaron deslaves que sepultaron a una docena de personas en los distritos de Bogor y Depok, a las afueras de la ciudad.
El conteo oficial de víctimas incluye a ahogados o electrocutados luego del desbordamiento de los ríos el miércoles tras las extremas lluvias torrenciales caídas el día de Fin de Año, explicó el vocero de la Agencia de Mitigación de Desastres, Agus Wibowo. Tres ancianos fallecieron por hipotermia.
Estas fueron las peores inundaciones desde 2013, cuando las lluvias monzónicas dejaron 57 víctimas muertos en la capital.
El agua empezó a retroceder en algunas partes de la ciudad el jueves en la noche, permitiendo la vuelta de los residentes a sus casas.
Alrededor de 397.000 personas se refugiaron en albergues habilitados en todo el área metropolitana, agregó Wibowo.
Quienes regresaron a sus viviendas se encontraron con calles cubiertas de lodo y escombros. Autos estacionados en las entradas de las casas fueron arrastrados por la fuerza del agua y acabaron volcados en parques o apilados en callejones estrechos. Las veredas estaban llenas de sandalias, cacerolas y sartenes y viejas fotografías. Las autoridades aprovecharon el descenso del nivel del agua para retirar el barro y las pilas de basura húmeda de las calles.
Decenas de miles de viviendas y negocios recuperaron el suministro eléctrico.
El aeropuerto doméstico de Halim Perdanakusuma reabrió el jueves luego de que su pista quedase sumergida. El cierre afectó a casi 20.000 viajeros.
Las inundaciones pusieron de manifiesto los problemas de infraestructura de Indonesia.
Yakarta tiene 10 millones de habitantes, 30 contando con los de los alrededores. Es propensa a los terremotos y las inundaciones y se está hundiendo rápidamente debido a la extracción descontrolada de agua del subsuelo. Se cree que la congestión tiene un costo de 6.500 millones de dólares anuales.
En agosto, el presidente del país, Joko Widodo, anunció que la capital se trasladará a un lugar en la provincia escasamente poblada de Kalimantán Oriental, en la isla de Borneo, conocida por sus selvas y orangutanes.
FUENTE: AP - NINIEK KARMINI