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Llega a Israel Pollard, el exespía que pasó 30 años preso en Estados Unidos

Luego de haber estado 30 años en una cárcel de Estados Unidos por espionaje para el Estado hebreo, el estadounidense Jonathan Pollard llegó en la madrugada del miércoles a Israel, donde lo recibió el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu.

"Están en casa", dijo Netanyahu al exespía y a su esposa Esther, al entregarles sus cédulas de identidad israelíes.

Pollard, exanalista de la marina estadounidense de 66 años, pasó 30 años en prisión por entregar documentos estadounidenses clasificados.

Fue liberado 2015 bajo la obligación de utilizar un brazalete electrónico y de respetar un toque de queda, y la prohibición de abandonar el territorio estadounidense durante cinco años, pese a las presiones israelíes para que saliera. El ministerio de Justicia estadounidense levantó estas restricciones en noviembre.

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Un video difundido el miércoles por el despacho del primer ministro israelí muestra a Pollard y su esposa bajando del avión en dirección de Netanyahu, quien saludaba con la mano.

Pollard se arrodilló para besar el suelo y su esposa hizo lo mismo. Tras algunas palabras, Netanyahu le entregó el documento de identidad israelí.

Considerado un héroe en Israel, el exespía explicó que él y su mujer están "felices de estar finalmente en casa luego de 35 años" y agregó: "Agradecemos al pueblo y al primer ministro de habernos traído a casa".

"Esperamos ser ciudadanos productivos lo antes posible y continuar nuestras vidas aquí", añade Pollard quien recibió la ciudadanía israelí en 1995.

Israel comenzó el domingo su tercer confinamiento y exige a los recién llegados al país una cuarentena de al menos 10 días.

Luego, Pollard y su esposa vivirán en Jerusalén, dijo en la radio del ejército Nitsana Darshan-Leitner, una abogada israelí que representó al exespía.

Ambos viajaron en un avión privado del millonario estadounidense Sheldon Adelson y aterrizaron poco antes de las 03H00 de la mañana locales (01H00 GMT) en el aeropuerto de Tel Aviv, según cuenta el periodista israelí Itay Blumental.

Su llegada se vive como un gran evento en Israel, donde el presidente Reuven Rivlin les dio la bienvenida por Twitter.

A mediados de los años '80, Pollard, un judío norteamericano, había contactado con un coronel israelí en Nueva York y compartido secretos de Estados Unidos con el Estado hebreo a cambio de decenas de miles de dólares. Reveló miles de documentos estadounidenses.

Fue detenido en 1985 y condenado dos años más tarde a cadena perpetua, luego de ser declarado culpable.

Su caso fue una espina en las relaciones entre Washington e Israel, dos estrechos aliados. Altos funcionarios del Departamento de Defensa de Estados Unidos y de la CIA nunca perdonaron al espía la gran cantidad de información clasificada entregada por dinero y en medio de la Guerra Fría.

Según documentos de la CIA clasificados en 2012, Pollard habría ayudado a Israel a bombardear en 1985 el la sede de la entonces exiliada Organización de Liberación de Palestina (OLP) en Túnez en 1985 -ataque que dejó 60 muertos- y a asesinar al número dos de este organismo, Abu Jihad.