Tras la arrolladora victoria de Donald Trump, el presidente Joe Biden llamó a "bajar la temperatura" política y prometió un traspaso pacífico del poder, además se comprometió a trabajar con ahínco los 74 días que le quedan de mandato.
Aprovechó su mensaje para motivar a sus seguidores, expresando que "una derrota no significa que estemos derrotados" y alentó a los ciudadanos a continuar esforzándose por alcanzar "el Estados Unidos de sus sueños."
El presidente también reafirmó la confianza en el sistema electoral de EE. UU., describiéndolo como "honesto, justo y transparente", donde se debe respetar el veredicto, sea cual sea el resultado. Esta postura conciliadora contrasta con la respuesta de Donald Trump hace cuatro años, cuando perdió las elecciones.