Panamá se convirtió este jueves en el primer país de América Latina en adherirse a la Convención del Agua de la ONU, que promueve el uso sostenible de los recursos hídricos transfronterizos.
La ministra espera que países como Costa Rica y Colombia, con los que comparte cuencas fluviales, puedan sumarse a la Convención sobre la Protección y Utilización de los Cursos de Agua Transfronterizos y de los Lagos Internacionales (Convención del Agua).
Con algo más de 4 millones de habitantes, el país centroamericano tiene aproximadamente 33.000 metros cúbicos de agua dulce per cápita disponible, casi seis veces la media mundial, y depende principalmente de los recursos hídricos superficiales.
La superficie total de las cuencas fluviales transfronterizas representan aproximadamente el 25% del territorio nacional.
Para el país, la principal cuenca fluvial transfronteriza es la del Sixaola, situada en la región fronteriza con Costa Rica, que alberga una importante biodiversidad y actividades agrícolas, y tiene importancia cultural por la presencia de pueblos indígenas y poblaciones afrocaribeñas.
Se espera que la Convención del Agua ayude a establecer sistemas de seguimiento e intercambio de datos sobre la calidad, cantidad y uso del agua en esta cuenca en la que ya trabajan conjuntamente a través de una Comisión Binacional.
Además, que apoye la cooperación entre Panamá y Colombia, aumentando la capacidad para una gobernanza eficaz del agua y la confianza, basada en derechos claros.
Según la ONU, 153 países de todo el mundo comparten ríos, lagos y recursos de aguas subterráneas.
En América Latina, República Dominicana, El Salvador, Costa Rica, Paraguay y Uruguay están en proceso de adhesión a dicha convención que actualmente cuenta con 51 países, la mayoría europeos, aunque también algunos africanos.
FUENTE: AFP