
En Sanliurfa, ciudad del sureste de Turquía, rescatados pasan hambre y frío
"Recibimos un pequeño vaso de sopa, no es suficiente", se queja Mehmet Çilde, de 56 años y seis hijos, que espera que la autoridad municipal distribuya comida.
Luego del devastador terremoto en Turquía, los sobrevivientes pasan sus primeras horas del día deseando un plato sólido de comida. Pues lo que recibieron dejó con hambre a los infantes y adultos. Aseguran que lo único de su pertenencias que tal vez no se perdió, fueron sus mantas, con las cuales pudieron obtener un poco de protección en la primera noche en penumbras; tras los hechos.