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Dolce & Gabbana celebran en Milán la exuberancia mediterránea

En la quinta jornada de la Semana de la moda en Milán, Dolce & Gabbana impactaron este domingo con una colección enérgica y brillante resaltando la vitalidad del sur de Italia, todo bajo un golpe de juventud.

En plena hora de la siesta, bajo un sol que no perdona, el viejo cine Metropol fue el escenario del desfile de 'prêt-à-porter' para el verano próximo, firmado por Domenico Dolce y Stefano Gabbana.

En el fondo de la sala, majestuosos bananos se reflejaban en los espejos sobre las paredes, con un gran cartel luminoso que en letras rojas proclamaba:

"Trópico italiano".

En primera fila no están los habituales responsables de las revistas de moda, sino una variana muestra de blogueros, modelos y estrellas de las redes sociales, tales como Cameron Dallas o Brandon Thomas Lee.

Sin que nadie lo esperara, irrumpieron entre el público un grupo de jóvenes luciendo ropa deportiva, algunos con camisetas de fútbol o simplemente con jeans y la camisa atada en la cintura. Tras esta invasión improvisaron una danza eléctrica entre hip-hop y tarantella siciliana.

Pero no es solamente Sicilia la gran fuente de inspiración del dúo que, con esta colección pretende mostrar "una emoción, un estilo de vida", según explica.

Al son del acordeón desfilaron las primeras modelos luciendo uniformes de una banda popular. La bandera italiana aparece en faldas de seda, las teclas de un piano rodean a una minifalda. Una pollera blanca con largas bandas negras remeda la típica camiseta de los gondoleros. Helados multicolores en conos decoran elegantes trajes en tafetán, así como los inevitables spaghettis.

Rosas, girasoles o margaritas: las flores del Mediterráneo enriquecen los vestidos. Alternan con mariscos y peces sobre fondos que recuerdan a las redes de pescador. Mantas recubiertas de lentejuelas multicolores dejan lugar a un estilo más "streetwear", como las bermudas en jean rasgado o camisetas bordadas.

Tras el barroco siciliano de D&G, fue el turno de la serenidad de Marni, con siluetas monocromáticas en volúmenes generosos. La cintura marcada por gruesos cordones que se superponen a camisas transformables en vestidos o a pantalones con bolsillos abundantes

Las referencias al mundo marítimo son numerosas, como las túnicas en seda plisada que parecen inflarse a la altura del busto, como una vela de barco bajo un golpe de viento, acompañadas por bolsos marineros.

La misma tendencia sobre las formas y la idea de un vestuario pragmático aparece en las colecciones de Salvatore Ferragamo. Hombros y mangas redondeados, sobre una silueta afilada, con faldas largas y estrechas.

Completan pecheras al crochet sobre una camisa o simplemente sobre el pecho desnudo, sujetas por cintas en la espalda. La colección presenta una particular serie de bonitas prendas en cuero coloreado y calado.