Un informe estadístico del servicio de Psicología del Centro de Atención para la Promoción y Prevención en Salud (Capps) de Capira reveló que los casos de ansiedad y depresión en Panamá están en aumento.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) describe la depresión como un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración; mientras que la ansiedad es definida como un estado emocional displacentero que se acompaña de cambios somáticos y psíquicos.
De acuerdo a la psicóloga, Carmen Ariza, la crisis del COVID-19 agudiza la aparición de las enfermedades de salud mental debido a la forma cómo evoluciona el virus, destacó además que los casos que ha recibido en los últimos meses, han reflejado comportamientos más serios, por lo que los ha remitido a psiquiatrías, por la gravedad.
Algunos detonantes han sido las presiones económicas, el aislamiento social, y la preocupación por enfermarse.
De acuerdo con la Caja del Seguro Social (CSS), antes de la pandemia, cifras revelaban que un 30% de la población del país enfrenta algún padecimiento relacionado con la salud mental.
Según la entidad, el 3% de la población infanto-juvenil padece de depresión. En los adolescentes es mayor con un 4 u 8%; siendo menor en niños escolares e inferior en los preescolares.
Ante esta realidad, el Gobierno estableció la Línea de atención 147 para llamadas de carácter social, psicológica y legal, y entre los motivos más frecuentes de las llamadas han sido por: ansiedad, angustia, ataques de pánico, estrés, depresión y duelos.
FUENTE: Linda Batista