Luis Enrique Martinelli Linares, hijo del expresidente panameño Ricardo Martinelli, se declaró culpable en Nueva York del delito de conspiración para lavar sobornos de la constructora brasileña Odebrecht. La lectura de sentencia será el 20 de mayo de 2022.
Durante la audiencia, Luis Enrique admitió haber conspirado con su hermano, Ricardo Alberto Martinelli Linares (pendiente de extradición hacia EE. UU.), y otras personas para establecer cuentas bancarias offshore a nombre de empresas fantasmas para mover millones dólares en pagos de sobornos de Odebrecht; y reconoció que 19 millones de dólares pasaron por cuentas americanas.
Admitió que él y otros hicieron que los fondos de sobornos de Odebrecht se transfirieran hacia y fuera de Estados Unidos, y utilizaron ciertas transferencias electrónicas que involucraron los ingresos para comprar un yate y un condominio en el país norteamericano.
El acuerdo entre la Fiscalía y los abogados de Luis Enrique Martinelli Linares indica que éste renunció por escrito su derecho de apelar siempre y cuando el Juez no lo sentencie a más de 150 meses de prisión.
También accedió a entregar entre 18 a 19 millones de dólares. Hoy realizó una transferencia electrónica de 669 mil dólares, y está tratando de repatriar a Estados Unidos 18 millones de dólares.
En la primera audiencia que enfrentó en Nueva York, luego de su extradición, se tenía previsto que Luis Enrique Martinelli Linares se declarara culpable, sin embargo, no alcanzó un acuerdo con la Fiscalía.
El hijo del expresidente panameño, Ricardo Martinelli fue extraditado desde Guatemala hacia Estados Unidos el pasado 15 de noviembre.
Tanto Luis Enrique como su hermano Ricardo Alberto Martinelli Linares, están acusados de conspiración para lavar aproximadamente B/.28 millones en pagos de sobornos hechos por y bajo la dirección de Odebrecht a un funcionario de alto rango en ese entonces del Gobierno de Panamá, que era un pariente cercano de los acusados.
Ambos fueron detenidos el 6 de julio de 2020 en el aeropuerto internacional La Aurora de Guatemala, donde tomarían un vuelo con supuesto destino a Panamá.