Significa la entrada triunfal (fue recibido con mucha alegría) recordando en la biblia, cuando Jesucristo llega a Jerusalén para que allí celebre la pascua. Ya en algunos lugares se conocían los milagros, sus palabras, su manera de expresarse ante la gente.
A su llegada a Jerusalén iba montado en un burro, y las personas del pueblo lo recibieron con palmas, ramos y la gente celebraba ese acontecimiento.
El Domingo de Ramos debe de ser reconocido como el momento para proclamar a Jesús como el pilar fundamental de sus vidas, tal como lo hizo el pueblo de Jerusalén cuando lo recibió y aclamó como profeta e Hijo de Dios.
Lo irónico de este hecho, es que ese mismo pueblo que lo recibió con gran efusividad ese domingo de ramos, fueron los mismos que un tiempo después, gritaban que lo crucificaran.
FUENTE: Luis Diaz Govea