MADRID (AFP). El gobierno español sufrió este lunes una fuerte presión para inyectar lo más rápidamente posible miles de millones de euros en sus regiones y bancos en dificultades, lo que podría llevarle a pedir pronto una ayuda financiera europea.
Día tras día, se suceden las peticiones: el martes pasado Cataluña (noreste) anunciaba que iba a pedir una ayuda de 5.023 millones al Estado central.
Dos días después, la región de Valencia (este) confesaba necesitar más de 4.500 millones de euros, antes de precisar que de esa cifra podría conseguir 1.000 millones de euros por otros medios.
El viernes era el cuarto banco del país por activos, Bankia, nacionalizado desde mayo, que publicaba unas pérdidas récord de 4.448 millones de euros en el primer semestre del año.
Y este lunes, otra región, Andalucía (sur), también pidió la ayuda del Estado, esperando "un avance" de 1.000 millones de euros desde ya.
Suficiente para poner los pelos de punta a los mercados tras un agosto relativamente tranquilo y como prueba de ello, la nueva subida de la prima de riesgo, sobrecoste que debe pagar España para financiarse respecto a Alemania, que volvió a superar en los últimos días la barrera de los 550 puntos.
Frente a todas estas peticiones, Madrid no tiene más opción que mostrarse solidario.
"Las comunidades, también son España, y el gobierno español no las va a dejar caer", admitió el jefe del gobierno español, Mariano Rajoy.
"No se va a dejar caer a nadie", añadió el ministro de Economía, Luis de Guindos, insistiendo en la solidaridad entre el Estado y las regiones.
Para ayudar a las regiones, el gobierno creó en julio un fondo de liquidez de 18.000 millones de euros, de los que 6.000 millones son financiados por la lotería nacional, mientras que 8.000 millones serán aportados por entidades financieras y 4.000 millones por el Tesoro Público.
Este fondo empezará a ser operativo "en los próximos días, en las próximas semanas", prometió De Guindos, consciente de la urgencia de la situación, ya que Cataluña, por ejemplo, advirtió que si el dinero no llegaba de aquí a final de septiembre, tendría "grandes dificultades" para hacer frente a sus vencimientos.
En el caso de Bankia, emblemático de la fragilidad de los bancos españoles desde el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008, el gobierno no tiene elección y debe actuar ya: El FROB, fondo público de ayuda a la banca, "hará una inyección de capital que, yo creo, se anunciará en las próximas horas", afirmó el lunes el ministro.
Según los medios españoles, la inyección debería ser de entre 4.000 y 5.000 millones de euros, tras una primera ayuda de 4.500 millones en 2010, que se convirtió en mayo en participación del Estado, lo que permitió su nacionalización.
El Frob considera esta nueva aportación como un pago "anticipado" de la ayuda de hasta un máximo de 100.000 millones de euros prometida en junio por la zona euro para reflotar el sector bancario español.
Pero, el país también tiene importantes desafíos, ya que, además de estas peticiones financieras urgentes internas, tendrá que hacer frente en octubre a vencimientos de deuda por unos 30.000 millones de euros, lo que podría llevarle a pedir un apoyo financiero para el conjunto de su economía, la cuarta de la zona euro.
En estas condiciones, España está impaciente por conocer el apoyo propuesto por el Banco Central Europeo, que celebrará el jueves su reunión mensual.
FUENTE: Agencia AFP