Jeffrey Lionel Dahmer, mejor conocido como el "Caníbal de Milwaukee", fue un asesino en serie y abusador sexual. El homicida confeso que cometió 17 asesinatos en los que todas sus victimas fueron varones, el criminal practicaba necrofilia y preservación de algunas partes del cuerpo (testículos, cerebros, corazones y cabezas humanas). Jeffrey, disfrutaba descuartizar a sus victimas y ver los órganos internos, incluso confesó a su abogada que esto le excitaba y le daba sentido de dominio sobre los hombres.
En la serie de Netflix, se muestra que Jeffrey, tuvo problemas con el alcohol, dato que en la vida real ocurrió, su adicción empieza producto de la separación de sus padres y el abandono de su madre, debido a que vivía solo y podía hacer lo que viniera a su antojo; en varias ocasiones fue ebrio a la escuela y bebía dentro del aula. El estado etílico constante del hijo de Lionel Dahmer, produjo baja en sus calificaciones, incluso al punto de desertar en su primer semestre de la universidad.
2. Su primera victima fue a los 18 años
La primera victima de este asesino serial fue Steven Hicks, un joven rubio, de 18 años que hace poco se había graduado de la escuela Coventry High School, Según lo que confesó el verdugo, no fue un homicidio preparado, ya que su fantasía era conseguir un compañero para tener sexo, el cual pudiese dominar a su antojo. Hicks, murió el 18 de Julio de 1978, de un golpe contundente al cráneo por pesa de barra, luego de negarse a tener relaciones con Dahmer, afirmando no ser "gay".
3. Coleccionaba fotografías de sus victimas
Coleccionar imágenes de los difuntos era uno de sus hobbies, incluso el "modus operandi" que utilizó para atraer a varios de los chicos, ofreciendo pagar 50 o 100 dólares para tomarles fotos. Los masculinos accedían ya que criminal tenía una habilidad para persuadir y convencer, capacidad de la que él mismo alardeaba en sus entrevistas. En su álbum de polaroids, incluía cuerpos desmembrados de los agredidos. Lo más Perturbador, es que utilizaba dichas fotografías para masturbarse cuando no iba de caza.
4. Quería crear su propio Zombie
En más de una ocasión intentó crear zombies con un taladro y ácido, el experimento constaba en inyectar los líquidos para dañar parte del cerebro y así tener un cautivo para su placer sexual, este que no hablara pero a la vez que se mantuviese con vida, sobre todo que no lo abandonara como lo habían hecho su madre y su padre. El menor de 14 años, Konerak Sinthasomphone, corrió con la desdicha de ser uno de sus fallidos intentos, el menor murió luego de que el sujeto inyectara altas dosis de ácido en su cerebro.
5. Llevó una cabeza humana a su trabajo
Uno de sus escalofriantes testimonios fue que realmente llevó la cabeza y los testículos de uno de los cadáveres a su trabajo, esto lo dijo a Wendy Patrickus, quien llevaba su defensa, ella explica en el documental "conversaciones con un asesino" de Netflix , que el monstruo de Milwaukee, le dio detalles específicos, como "guardé la cabeza en mi casillero" esto cuando fue empleado en una fabrica chocolatera y que "poner en una bolsa hermética", los restos de Anthony Sears, fue la "táctica para evitar olores y sospechas por parte de sus compañeros".
6. Practicaba canibalismo
Para nadie era un secreto que comió parte de sus victimas, desde el día de su captura esto salió a la luz por parte de Tracy Edwards, el joven que logró escapar esposado. Los oficiales que encontraron al chico recorriendo las calles casi desnudo, fueron guiados por Tracy, al apartamento del monstruo, de camino el chico les narró las amenazas por parte de Dahmer, "dijo que se iba a comer mi corazón", afirmó el hombre angustiado, para la sorpresa de los estatales, el acusado tenía una cabeza en su refrigerador, horas mas tardes, un criminólogo confirmo que la carne y entrañas en su nevera eran 100% humanos. El asesino confeso dijo que seleccionaba algunos órganos de los que par él, eran los más atractivos para su consumo.
7. Recibió el bautismo
En Jeff despertó un deseo por saber de Cristo, en sus últimos meses como recluso, así que se acercó al reverendo Roy Ratcliff, con preguntas teológicas que fueron respondidas por el ministro evangélico, después de un tiempo conviviendo con el cristiano, le pidió recibir el bautismo para expiación de sus pecados, así es como el "Carnicero de Milwaukee" empieza una nueva vida, lo curioso de todo esto es que Jeffrey Lionel Dahmer, murió 6 meses después de haberle entregado su vida Cristo.