Florida (Agencia Showbiz). Entre las canciones del último disco de Gloria Estefan, 'The Standards', se encuentra una versión del popular tango 'El día que me quieras', de Carlos Gardel, uno de los temas estrella de su recopilatorio de clásicos de la música universal. Sin embargo, la idea de transformar la popular canción de Gardiel fue fruto del inusitado método de trabajo de la veterana cantante, a quien vino la idea mientras se tomaba una ducha a altas horas de la madrugada.
"Eran las 2 de la madrugada, me estaba dando una ducha y de repente surgió la idea de la canción; la letra me vino a la cabeza en ese preciso momento. Así que me encontré envuelta en una toalla, chorreando literalmente sobre el trocito de papel en el que anotaba mis ideas", admitió la diva del pop latino en una entrevista a la revista Ocean Drive, publicación que ha contado con ella para su portada de septiembre.
Gloria ha confesado que esto que le sucedió con el famoso tango en la ducha es algo habitual, un buen método para encontrar la inspiración cuando esta le rehúye durante un largo tiempo.
"Esto me sucede a menudo, la ducha me ayuda a aclarar mis ideas y a inspirarme. Estuve dándole vueltas durante semanas al gancho que podría darle a la canción y así, una noche, como quien no quiere la cosa, todo me vino a la cabeza", explicó.
Esta original forma de componer no hace más que recalcar el estilo de vida poco habitual que lleva la artista cubana tanto en su carrera profesional como en su vida personal. Durante sus 34 años de matrimonio, Emilio y Gloria han compartido además de colchón, la variada combinación de negocios que regentan --poseen un verdadero imperio hotelero en Florida--, todo ello mientras trabajaban codo con codo en la industria musical (Emilio es el representante de Gloria). A pesar de ello, la emblemática cantante y su marido han conseguido encontrar un equilibrio en su relación que les ha hecho convertirse en una de las parejas más estables del panorama musical.
"Hay ciertos elementos en la relación que Emilio y yo tenemos que hacen que esto funcione. En primer lugar, no hay problemas de egos. Somos muy distintos en términos de personalidad, pero en lo que importa: en los valores, la ética profesional y los negocios, nunca solemos diferir. Pero no le aconsejaría esto a todo el mundo, porque es complicado. Tienes que aprender a discernir cuándo deja de ser tu representante para ser únicamente tu marido", confesó la diva latina.