Aunque no ha dejado de sonreír desde que aterrizara en Australia para participar en la nueva temporada de 'La Voz', el cantante Ricky Martin advierte a los nuevos talentos emergentes del mundo de la música de que deben estar preparados para lidiar con los desafíos que entraña un mundo tan competitivo como el del espectáculo.Por eso, el ídolo portorriqueño está convencido de que sus mellizos Matteo y Valentino (5 años) todavía son demasiado pequeños e inocentes para formar parte de la versión infantil del popular programa, por lo que no les permitiría presentarse a las audiciones a menos que ya tuvieran claro el tipo de vocación profesional que querrían desarrollar en el futuro.
"Me parece que son demasiado pequeños todavía para salir en televisión, hay que dejarles que crezcan y que descubran por sí solos a qué sector profesional quieren dirigir sus vidas. El mundo de la música es duro y muy competitivo, necesitas estar mentalizado y tener mucha fuerza psicológica para superar todos sus obstáculos. Creo que los padres nunca deberían forzar a sus hijos a que explotaran su talento artístico si los niños no están preparados", reflexionó el intérprete en una entrevista al diario Sydney Morning Herald.
Ricky Martin no se ha destacado por ser especialmente sobreprotector con sus hijos, ya que nunca se ha planteado mantenerles alejados de la opinión pública, e incluso les ha ofrecido cierta autonomía desde su traslado a Australia. Fiel a esa filosofía, el astro de la música prefiere que sean ellos quienes le presionen a él a la hora de perseguir sus sueños antes que tratar de moldearlos a su imagen y semejanza."Siempre he querido que mis hijos sean los protagonistas de su propia vida, así que si algún día me dicen que quieren ser artistas, claro que les apoyaré plenamente. Pero jamás se me pasaría por la cabeza intentar dirigir sus vidas y persuadirles para que fueran por uno u otro camino. Son ellos los que tendrían que tirar de mí en caso de que necesitaran mi ayuda", añadió el guapo intérprete, no sin antes matizar que existe una delgada línea entre la manipulación paternal y la necesaria orientación que todo padre debe proporcionar a sus hijos."Es verdad que no es un tema fácil. Existe una fina línea entre un padre que quiere lo mejor para sus hijos y otro que se involucra demasiado en sus vidas", concluyó.