El desmesurado gusto de Isabel Preysler por el mundo de la moda arrastró en más de una ocasión a su hijo, el cantante Enrique Iglesias, a un interminable recorrido por todo tipo de establecimientos, una desgastadora rutina que acabó "traumatizando" al intérprete español."Me aburre muchísimo ir de compras, no lo soporto. Creo que es porque siempre iba de compras con mi madre cuando era pequeño, y ahora estoy traumatizado. Era algo increíble, nos podíamos pasar horas y horas visitando tiendas. Me aburre tan solo el hecho de recordarlo", reveló Enrique en conversación con la emisora estadounidense Kiss 108.La estrella del pop prefiere dedicar su tiempo libre a cultivar sus aficiones, como disfrutar de un paseo por la playa o practicar deportes acuáticos. Aunque también adora trabajar.
"Prefiero dedicar el tiempo a mi música. Puede parecer extraño pero me encanta mi trabajo, disfruto muchísimo. Ya cuento con diez discos de estudio pero cuando termino uno, ya estoy pensando en hacer el siguiente. Mucha gente se pregunta cómo puedo hacerlo, pero es simplemente que me encanta mi trabajo", apuntó al mismo medio.Tal es la entrega con la que Enrique afronta su carrera en la industria musical que en ocasiones se ve privado de atender los compromisos y las obligaciones de su vida personal, como pasar más tiempo al lado de su pareja, la extenista Anna Kournikova, o visitar a su familia en España con mayor asiduidad.
"Es cierto que tengo que dejar de lado muchas cosas para poder dedicarme a la música, pero todo el esfuerzo que hago lo veo recompensando cuando me subo al escenario y veo a todos mis seguidores. Entonces saco toda la locura positiva que hay dentro de mí", explicaba el hijo de Julio Iglesias a la edición digital de la revista Cosmopolitan.
FUENTE: Bang Showbiz