El pasado mes de agosto, Bella Thorne sorprendió a propios y extraños al confesar de manera casual en sus redes sociales que era bisexual después de que una fan le preguntara si se sentía atraída también por las chicas a raíz de un vídeo publicado por la propia actriz, en el que aparecía besando a una amiga.
Pese a que la reacción de sus seguidores fue muy positiva, la intérprete de 19 años revela ahora que su decisión de hacer pública su orientación sexual le ha perjudicado a nivel profesional, ya que ciertos estudios de cine se niegan a contratarla por ello mismo, aunque nunca se atrevan a reconocer frente a ella cuál es el verdadero motivo por el que no le dan papeles"En este negocio resulta muy duro. Lo es de verdad", confiesa la actriz cuando le pregunta si ha sufrido alguna represalia por su sinceridad.
"Ya he tenido que aguantar que alguna gente se me acercar a decirme mierdas. Y esos comentarios provienen de personas que forman parte de esta industria, no de los fans. Algunos estudios han llegado a decir que mi imagen es 'demasiado', que me expongo en exceso, lanzándome una indirecta pero sin llegar a decírmelo claramente", lamenta en una entrevista a Maxim.
Las repercusiones que habría tenido su confesión en su carrera no han conseguido, sin embargo, que la actriz se plantee moderar la información que comparte con sus admiradores en sus cuentas de Twitter, Instagram y Snapchat.
"La gente trata de decirme todo el rato cómo debo manejar mis redes sociales y mi Snapchat, pero no pienso cambiar nada de como soy por este negocio, no voy a cambiar por nada ni nadie", afirma rotunda.