La más joven del clan Kardashian-Jenner ha conseguido salir de la alargada sombra de sus hermanas mayores y construir su propio imperio empresarial creando una línea de perfiladores de labios y pintalabios que poco a poco se ha extendido hasta convertirse en una de las marcas de cosmética más deseadas entre los jóvenes.
La idea para iniciar esa aventura surgió inicialmente como respuesta al intenso escrutinio al que fue sometida su imagen en sus años de adolescencia, especialmente sus labios, que de un día para otro parecieron aumentar considerablemente de tamaño de forma sospechosa.
Antes de reconocer que había recurrido a infiltraciones para conseguir una boca más carnosa, la estrella de la telerrealidad evadía las preguntas sobre su supuesta intervención estética asegurando que era una experta del maquillaje capaz de resaltar sus facciones utilizando distintos tonos.
En vista de la supuesta efectividad de los delineadores y carmines que empleaba Kylie, no resulta sorprendente que sus fans se lanzaran en masa a comprar sus productos labiales cuando salieron a la venta a finales de 2015 esperando obtener los mismos resultados casi mágicos que ella, aunque para ser honestos la propia empresaria había reconocido unos meses antes que se realizaba infiltraciones regularmente.
Para alguien que ha basado su imperio en prometer una boca como la suya sin necesidad de recurrir a un cirujano plástico, llama la atención que ella haya confesado ahora que, en su caso, tras pasar varios años muy acomplejada acabó dándose cuenta de que los perfiladores y demás trucos cosméticos no le valían para nada y que la única opción era recurrir .
"Tenía 15 años y me sentía muy insegura por culpa de mi boca", ha reconocido la joven en una escena grabada para su reality en la que aparece en la consulta de su terapeuta, explicándole lo mucho que le había afectado que un chico le dijera que tenía unos labios demasiado finos después de besarla.
"No me sentía guapa o deseable. Deseaba muchísimo tener unos labios más voluptuosos. Me delineaba los labios con perfiladores por fuera para crear la ilusión de que eran más grandes, pero al final me dije: 'Esto del perfilador no funciona', y acabé arreglándome los labios".
Al margen de cómo se tomarán esta confesión de Kylie a los compradores de sus kits, ella no se arrepiente de la decisión que tomó en su momento."Estoy tratando de no crecer demasiado deprisa. Me encanta mi edad. Y quiero mucho a mis fans. Me gusta que todos seamos jóvenes, somos la nueva generación. Quiero cometer errores, quiero tomar malas decisiones y aprender de ellas. Esa es la única forma de seguir creciendo", apuntó.
FUENTE: Showbiz