El paso de Tom Daley por los Juegos Olímpicos de Tokio está dejando un sinfín de anécdotas más allá de su comprensible emoción tras ganar por fin una medalla de oro en la categoría de salto sincronizado en trampolín de 10 metros. Sus fotografías tejiendo en las gradas mientras apoya a sus compañeros de equipo se han vuelto virales y no han hecho más que aumentar su popularidad en las redes sociales, que le convirtieron hace tiempo en una verdadera estrella en Reino Unido.
"Vamos a hacer mortales y, el que se mueva al aterrizar, va a perder y comerá salsa picante. Obviamente yo estoy acostumbrado porque soy yucateco", explicó Rommel acerca del reto que le había propuesto a su ídolo.
"No me gusta la comida picante", le interrumpió rápidamente Tom, dirigiéndose a él en español y poniendo cara de susto.
Al final, la suerte se puso de parte de Rommel y a Tom no le quedó más remedio que cumplir con su palabra comiendo un poco de salsa de chile habanero. "No sé qué voy a hacer. Es mucho, ¿no?", confesó de nuevo en español cuando le pusieron un poco de este condimento en el dedo.
Su reacción nada más probarlo no tuvo precio: además de cambiar automáticamente al inglés para exclamar "oh, dios mío", rompió a sudar casi al instante. Salta a la vista que no había exagerado al asegurar que la comida picante no es lo suyo.
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