Un tribunal en Mianmar sentenció el jueves a un ciudadano holandés a tres meses de prisión por interferir con un servicio religioso al desconectar un altavoz durante un sermón budista cerca de su hotel en Mandalay, la capital cultural del país.
Klaas Haytema, de 30 años, lloró con su novia antes se irse a la cárcel. Fue arrestado a finales de septiembre luego que una muchedumbre se congregó alrededor de su hotel en protesta cuando los altavoces en un salón religioso vecino fueron apagados.
El hombre que recitaba el sermón en el momento de la interrupción presentó la acusación contra Haytema.
La prensa local reportó que éste se disculpó y dijo que no sabía en el momento que los altavoces transmitían un sermón.
Haytema fue multado además con 100.000 kyats (unos 100 dólares) por violar regulaciones de su visa que requieren que respete la cultura.
Podía haber sido sentenciado a dos años de prisión por insultar la religión, pero el juez dijo que decidió "mostrar misericordia".
No se sabe si Haytema apelará.
Mandalay, un importante destino turístico en el centro de Mianmar, es la antigua sede de los reyes birmanos. Es cultural y religiosamente conservadora.
A inicios del 2015, un tribunal sentenció a un gerente de bar neozelandés, Phil Blackwood, a dos años de prisión por colocar una imagen de Buda con auriculares en la página del bar en Facebook en el 2014. Blackwood recibió amnistía este año.
Es común que grupos budistas transmitan sermones por altavoces a volúmenes muy elevados. Un gobierno local ha propuesto reglas de control de ruido. Partidarios dicen que la propuesta busca aliviar el estrés causado por el ruido a ancianos y enfermos.
FUENTE: AP