CHAMBLEE, Georgia, EU (AP). El temor cundió entre un grupo de padres latinoamericanos en este suburbio de Atlanta luego que una amiga fue deportada a México y se separó temporalmente de sus dos hijos pequeños, nacidos en Estados Unidos.
Los niños no pudieron reunirse con su madre de inmediato porque ni ella ni su marido les habían tramitado pasaportes.
Más de nueve meses después, el nerviosismo invade a los miembros de este grupo de padres hispano hablantes, para quienes la separación de sus hijos sería particularmente desgarradora en vista de que la mayoría de los menores tienen el síndrome de Down.
A fin de mitigar el impacto de esas separaciones --uno de los efectos de las recientes redadas de indocumentados en los lugares de trabajo--, trabajadores sociales y activistas están instando a los inmigrantes ilegales a que tengan todos sus documentos en orden a fin de usarlo en caso de emergencia. Básicamente deben tener a mano los mismos papeles que la gente guarda para casos de incendio o desastres naturales.
"Esa información es fundamental", dijo Sonia Parras Konrad, abogada en Iowa, quien ayudó a los indocumentados tras una redada que se realizó en mayo en la mayor empacadora de carne kosher de Estados Unidos. "Si conocen sus derechos y están preparados, pueden tener más control de sus vidas y de lo que les ocurre".
Se recomienda tener listos pasaportes para los niños nacidos en Estados Unidos, el teléfono y otros datos de un abogado, información sobre derechos legales y otro material que pueda mantener unidas a las familias o les evite un gasto grande.
Susy Martorell, trabajadora social y presidenta de la junta directiva de la Coalición de Salud de los Hispanos de Georgia, que ha coordinado las labores del grupo de padres de niños con síndrome de Down durante unos 10 años, informó que los miembros de la organización están muy preocupados por la condición legal de sus integrantes.
Ello llevó a Martorell a ampliar el enfoque original del grupo, limitado a la salud, para contratar a un abogado en temas de inmigración.
El mes pasado, durante una reunión, los padres de familia escuchaban mientras el abogado Luis Alemany respondía preguntas y daba consejos. Alemany los instó a prepararse para la detención de uno o de ambos padres. Dijo que es vital tener listos pasaportes y decidir quién cuidaría a los niños y cómo se reencontraría la familia si los padres eran deportados.
"Los invitados como él nos ayudan mucho porque aprendemos sobre la ley de inmigración y lo que podemos hacer para prepararnos si ocurre algo", dijo Leticia González, una integrante del grupo.
González, una mexicana de 42 años, que vive en el área de Atlanta, dijo que ella y su esposo, trabajador de la construcción, han estado incluso más nerviosos desde que un hombre con el que trabaja su marido fue detenido y deportado hace dos meses.
La pareja, que llegó ilegalmente a Estados Unidos y ha vivido en el país desde hace 17 años, ha tratado de cerciorarse de que tiene todos sus documentos en regla, incluidos los registros de impuestos federales que han pagado.
Pero González dice que no tiene todavía pasaportes para sus seis niños, de los cuales cuatro nacieron en Estados Unidos.
El tener todos los documentos necesarios en orden, conocer los derechos propios y delinear planes detallados sobre qué hacer en caso de que un miembro de la familia sea detenido no impedirá probablemente una deportación de un indocumentado. Pero sí puede dar tranquilidad, al garantizar que las familias saben qué hacer.
Los activistas de los derechos de los inmigrantes en diferentes zonas del país dicen que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas parece haber intensificado sus esfuerzos en el último año, lo que ha derivado en más deportaciones.
Las estadísticas indican que las deportaciones han crecido cada año desde el 2003, primero del que la agencia llevó registro.
"Las familias mixtas y las que sólo están formadas por indocumentados viven con un nivel de miedo sin precedentes en los últimos 20 o 30 años", dijo Dani Martínez Moore, quien coordina una red de abogados de inmigrantes para el Centro de Justicia de Carolina del Norte.
Luego de una redada en Smithfield Foods Inc., un matadero en Tar Heel, Carolina del Norte, así como en viviendas de los condados aledaños, en agosto pasado, la División Latina e Hispana de la Academia de Abogados de Carolina del Norte preparó un documento de casi 40 páginas en español e inglés, con instrucciones sobre los papeles que deben tener listos los indocumentados para situaciones de emergencia.
Otras organizaciones defensoras de los inmigrantes en todo el país tienen sus propias recomendaciones, pero todos coinciden en que es importante tener los papales en orden en caso de una separación inesperada.
Esos documentos incluyen información de amigos y familiares dentro y fuera de Estados Unidos, así como de algún abogado especializado; instrucciones y poderes para autorizar a alguien el cuidado de niños y propiedades; historiales médicos, copias de identificaciones y otros papeles personales.