CORAL GABLES, Florida, EU ( AP ). Unos ladrones de banco realizaron el viernes un espectacular atraco, en el que amarraron una presunta bomba a un cajero y le ordenaron sacar todo el dinero que pudiera de la caja de seguridad, mientras su padre era mantenido como rehén.
El atraco comenzó cuando tres ladrones enmascarados y armados entraron en el departamento del cajero poco después de la medianoche.
Los hombres tomaron como rehenes al cajero y a su padre por siete horas, a la espera de la mañana, cuando el cajero usualmente ayuda a abrir la sucursal del Bank of America que se halla cerca del campus de la Universidad de Miami, de acuerdo con el FBI y la policía local. Uno de los ladrones se quedó con el padre, mientras que los otros dos y el cajero partieron hacia el banco en el auto del rehén.
El cajero llevaba amarrado al cuerpo un dispositivo que los ladrones dijeron era una bomba.
Una vez en el banco a las 8:00 de la mañana, los ladrones enviaron al cajero adentro.
" Dijeron: 'Tenemos un detonador. Saca todo el dinero que puedas y tráenoslo ", dijo Richard Naue, jefe de policía de Coral Gables a reporteros.
También dentro del banco estaba la gerente de la sucursal, dijo el FBI. Luego de que el cajero tomó una cantidad de dinero aún no revelado, los ladrones partieron en su auto y la gerente llamó a la policía.
Ahí se desató una desmedida respuesta de la policía, que fuertemente armada cerró el tráfico en un segmento de la carretera U.S. 1, lo que causó varios congestionamientos en las escuelas cercanas. Las autoridades temían inicialmente que hubiera rehenes dentro del banco.
Poco después del mediodía, la presunta bomba fue retirada del cuerpo del cajero y éste fue sacado del banco. Ni el cajero ni su padre fueron heridos.
El FBI interrogó al cajero, llamado Diego Uscamayta, pero fue liberado la tarde del viernes.
Dena Choucair, la agente especial a cargo de la oficina del FBI en Miami, dijo que el dispositivo tenía materiales usados en la fabricación de bombas, aunque afirmó que no podía revelar cuáles eran.
El escuadrón antibombas de la policía de Miami-Dade y el FBI examinaban el dispositivo para determinar si era una bomba real o no.
No había rastro hasta el momento de los sospechosos. La policía aún buscaba la tarde del viernes el auto del cajero, un Mustang de color rojo con placas R958DY.
FUENTE: Agencia AP