El papa Francisco insiste en que su preocupación por los pobres y su crítica al sistema económico global no es ninguna ideología innovadora de inspiración comunista sino la "piedra de toque" original y el núcleo de la fe cristiana.
Algunos conservadores estadounidenses han catalogado a Francisco de marxista por sus frecuentes críticas al consumismo y su insistencia en una iglesia "que es pobre y para los pobres". Pero en una entrevista en un nuevo libro, el papa explica que este mensaje está totalmente vinculado al Evangelio y que de él se hicieron eco los padres de la iglesia desde los primeros siglos del cristianismo.
En el libro "This Economy Kills" ("Esta economía mata"), un estudio de las enseñanzas económicas y sociales de Francisco, el papa dice: "El Evangelio no condena a los ricos, sino la idolatría de la riqueza".