El sonido del fuego de artillería pesada rugía el sábado en el este de Ucrania, mientras los combates entre soldados de Kiev y separatistas respaldados por Rusia se prolongaron durante horas antes de la entrada en vigor de un alto el fuego en el conflicto que se ha cobrado ya más de 5.300 vidas.
Periodistas de Associated Press vieron bombardeos de artillería cerca de la localidad de Svitlodarsk además de un considerable trasiego de vehículos blindados y lanzacohetes del ejército ucraniano a lo largo de la carretera.
Svitlodarsk está a unos 20 kilómetros (12 millas) al norte de Debáltaseve, un centro ferroviario de importancia estratégica donde las fuerzas ucranianas estuvieron sometidas al asedio de los rebeldes. Eduard Basurin, portavoz separatista, fue citado por la agencia de noticias RIA Novosti diciendo que los combatientes no permitirían que los soldados escapasen de la ciudad aunque se les ofreció la oportunidad de rendirse.
Según el acuerdo alcanzado el jueves, los bandos en conflicto cesarán el fuego a medianoche (2200 GMT). Sin embargo las expectativas de éxito se vieron ensombrecidas por los precedentes: Una tregua alcanzada el pasado septiembre no llegó a imponerse y los enfrentamientos se agravaron considerablemente en enero.
Por otra parte, funcionarios de la ciudad portuaria de Mariupol dijeron que una serie de ataques con fuego de artillería alcanzaron zonas próximas a durante la mañana del sábado. No hubo información de inmediato sobre víctimas.
Mariupol está ubicada en el mar de Azov y existe la preocupación de que los separatistas, respaldados por Rusia, intenten tomarla como un paso más hacia el establecimiento de un pasillo entre territorio ruso y la península de Crimea anexionada por Moscú hace 11 meses.
También el sábado, el embajador de Estados Unidos en Ucrania, Geoffrey Pyatt, colgó en Twitter lo que dijo eran imágenes de satélite que mostraban sistemas rusos de artillería cerca de la localidad de Lomuvatka, a unos 20 kilómetros al noreste de Debáltaseve. Las imágenes no pudieron ser verificadas de inmediato.
Rusia ha negado rotundamente las insistentes acusaciones de Occidente que señalan que Moscú envió tropas y equipos a los rebeldes del este de Ucrania.
El conflicto estalló en abril, cuando separatistas armados tomaron el control de localidades y edificios oficiales en las regiones de Donetsk y Luhansk. Las acciones comenzaron después de que el ex presidente ucraniano Viktor Yanukóvich, próximo al Kremlin, fuese expulsado del poder tras meses de protestas en la capital, Kiev. Los separatistas sostienen que las nuevas autoridades ucranianas son de inspiración fascista y pretenden suprimir la abundante población de etnia rusa del este.
FUENTE: AP