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Boko Haram deja en varios ataques decenas de muertos en Níger y Nigeria

El grupo islamista Boko Haram mostró que, pese a sus últimas derrotas militares, sigue manteniendo un fuerte poder, tras matar el fin de semana a una cincuentena de soldados en Níger y, muy posiblemente, a más de veinte aldeanos en Nigeria.

El sábado al amanecer, los insurgentes atacaron una posición del ejército de Níger en una isla nigerina del lago Chad, en una de las ofensivas más mortíferas infligidas a la coalición activa desde hace cuatro meses y compuestas de soldados de Chad, Níger, Nigeria, Camerún y Benín.

Dos días después, los balances diferías según las fuentes, pero ninguna por debajo de 50 muertos.

"Ha habido enormes pérdidas" en esa posición militar situada en Karamga, una isla "particularmente aislada" del lago Chad, en la que había entre 120 y 150 soldados, confirmó una fuente humanitaria a la AFP.

"Tras acabar con los soldados, se volvieron contra los habitantes, disparando a la cabeza" de quienes se habían tirado al agua para escapar, y "quemando vivos a muchos en sus casas", explicó el superviviente Umar Yerima, un pescador residente en la isla.

Los asaltantes se quedaron allí hasta el sábado al mediodía, cuando un avión de combate comenzó a bombardear la zona y huyeron, explicaba este testigo. Hacía un mes que no se producía ningún ataque de relevancia en Níger.

Un día antes, en el noreste de Nigeria, supuestos combatientes de Boko Haram disfrazados de soldados mataron a 21 desplazados que trataban de regresar a su aldea para encontrar comida.

"Los hombres, eran 21, fueron detenidos en la aldea de Bultaram por hombres armados que creemos que pertenecían a Boko Haram y los mataron disparándoles", declaró Baba Nuhu, un responsable de la localidad de Gujba, en el Estado de Yobe.

Este Estado y los vecinos de Borno y Adamawa han sido escenario frecuente de ataques del grupo extremista en los últimos seis años. En total, la insurrección islamista y su represión por el ejército nigeriano han dejado más de 15.000 muertos desde 2009, según la ONU, y más de 1,5 millones de personas se han visto obligadas a huir de sus casas.

Desde febrero, el ejército nigeriano asegura haber recuperado gran parte de las ciudades caídas en manos de los islamistas, y anima a la gente a regresar a sus aldeas.