La ley de Vermont que obliga a etiquetar los alimentos fabricados con organismos genéticamente modificados, la primera en su tipo en el país, podría costar a las tiendas de alimentos hasta 10 millones de dólares diarios en multas, dijo una organización del sector que ha iniciado una demanda contra la ley.
La carta al gobernador Peter Shumlin de la presidenta de la Asociación de Fabricantes de Alimentos, fechada el miércoles, dice que las empresas podrían recibir multas de hasta 1.000 dólares diarios por cada artículo —una lata de sopa o una caja de cereal— que vaya a parar por error a la estantería sin tener la etiqueta exigida por la ley, que debería entrar en vigencia el año próximo.
"Aun con las mejores intenciones, una excelente logística de la cadena de oferta y esfuerzos hercúleos, el producto estará en el lugar equivocado en cualquier momento dado, lo que resultaría en multas potenciales por millones y millones de dólares", dijo la presidenta de la asociación, Pamela G. Bailey.
Dijo que más de 100.000 artículos vendidos en el estado requerirían etiquetas propias de Vermont y que una compañía podría acumular rápidamente millones en multas si pasara apenas el 5 a 10% de los productos.
Pero Shumlin respondió claramente el jueves: "Etiqueten sus productos. Todos, en todo el país".
Dijo que el etiquetamiento de alimentos con organismos genéticamente modificados —incluidos alimentos originados en semillas modificadas para adquirir ciertas características, como la resistencia a los herbicidas— ya es un requisito en 64 países.
"El temor de la industria es que Estados Unidos siga el ejemplo de Vermont", dijo Shumlin. "En términos sencillos, la ley de Vermont da a los consumidores el derecho de saber qué hay en sus alimentos. Durante demasiado tiempo se ha negado ese derecho a los consumidores en Estados Unidos".
Bailey dijo que los miembros de la asociación han determinado que el cambio de etiquetas para cumplir con la ley de Vermont les costará más de lo que ganan con la venta de productos en el estado.
FUENTE: AP