Panamá/Costa Rica Internacionales - 

A cubanos varados se suman africanos y se agrava crisis migratoria de A.Central

El limbo en el que quedaron hoy más de 200 africanos que no son recibidos ni por Panamá ni por Costa Rica agrava la crisis migratoria que se vive en Centroamérica y que involucra a miles de cubanos que intentan llegar a EE.UU.

Los africano, muchos procedentes de la República del Congo, habían llegado este jueves a Peñas Blancas, frontera entre Costa Rica y Nicaragua, país este último que no les permitió pasar, por lo que las autoridades costarricenses intentaron devolverlos a Panamá.

"Estas personas no tienen ningún tipo de documento de viaje, ni ningún sello de entrada a Panamá para que fueran devueltos al país", dijo el viernes el director de Migración de Panamá, Javier Carrillo.

Tildó de "arbitraria" la manera en que Costa Rica devolvió a los migrantes extracontinentales, que cifró en 250, la mayoría africanos, aunque por sus rasgos físicos también hay nacionales de Nepal y Bangladesh, entre los que hay niños y mujeres embarazadas, explicó.

"Ellos no se quieren quedar en Panamá" pues su destino final es Estados Unidos, "no podemos obligar a que permanezcan en nuestros territorios, tienen que tener el derecho a continuar su camino. No entendemos el cierre de las fronteras", manifestó Carrillo.

Costa Rica dijo este viernes por su parte que no permitirá el ingreso de migrantes en condición irregular y que en la medida de sus posibilidades desplegará las acciones necesarias para rechazar en las fronteras a quienes intenten entrar al país en esa condición.

Reiteró en un comunicado que "no cuenta con las condiciones económicas ni logísticas para volver a instalar una red de albergues ni organizar un plan de atención y evacuación" de migrantes, como el desplegado entre noviembre y marzo pasados con 8.000 cubanos que se quedaron en el país varado tras el cierre de la frontera nicaragüense.

El texto oficial asegura que Costa Rica y Panamá "trabajan para encontrar soluciones conjuntas y sostenibles a un fenómeno estructural internacional, como lo es el del tráfico internacional de personas".

El Gobierno de Costa Rica criticó además la "incapacidad o poca voluntad" que muestran países suramericanos para impedir el tránsito de migrantes irregulares, y señaló a las redes de tráfico de personas como parte del fenómeno.

Uno de los migrantes africanos atrapado en la línea fronteriza entre Panamá y Costa Rica, que se identificó como Wilson Cámara, relató a Efe que viene del "Congo", que pasó por "varios países de África para coger (un) avión a Brasil" y que desde allí atravesó "Ecuador, Colombia" para llegar a Panamá, pasar a Costa Rica e intentar atravesar Nicaragua.

"Nicaragua cerró su frontera, no dejaron pasar" a los migrantes, dijo Cámara en un español precario, pero que dejó entender que están conscientes de la "situación muy grave" que viven, pues en el grupo que ahora está en una especie de limbo en la frontera hay "niños, mujeres embarazadas".

La crisis migratoria estalló en Centroamérica después de que en noviembre pasado Nicaragua cerró su frontera a miles de cubanos en tránsito hacia Estados Unidos alegando razones de seguridad.

Unos 8.000 isleños se acumularon en Costa Rica, que también cerró, a mediados de diciembre pasado su frontera dado que había agotado su capacidad de recibir a los migrantes irregulares.

Entre enero y marzo pasado, gracias a un operativo especial que involucró a México, Guatemala y El Salvador, poco más de 6.000 cubanos que estaban varados en Panamá y Costa Rica fueron traslados a suelo mexicano, desde donde siguieron por tierra su viaje a EE.UU.

Pero la llegada a Centroamérica de cubanos y de otros migrantes irregulares no cesa. Ahora mismo hay más de 3.500 cubanos varados en Panamá, y un millar de ellos irrumpió en Costa Rica el miércoles aunque luego se devolvieron a Panamá.

La Coordinadora de Programas de Emergencia de Cáritas Panamá, Osiris Ábrego, dijo este viernes a Efe que a la organización le "preocupa de sobremanera el endurecimiento que estamos viendo en el tema migratorio de algunos países", y que están atentos "para ver la asistencia que se necesite de ser el caso".

Ábrego consideró que la mejor manera de enfrentar la situación es con el diálogo de todos los Estados involucrados, que también, dijo, deben investigar si detrás del éxodo de africanos pueden estar los traficantes de personas.

La vicepresidenta y canciller panameña, Isabel De Saint Malo, pidió este viernes en un comunicado solidaridad con los migrantes varados en su país.

"América Central ha sido históricamente una región de poblaciones migrantes, seamos solidarios con aquellos que, como muchos de nuestros ciudadanos en algún momento, buscaban estas mismas oportunidades", apuntó la canciller y vicepresidenta.

El Gobierno panameño reconoció el actual problema como un tema humanitario y ha hecho "importantes esfuerzos" para salvaguardar los derechos humanos de los migrantes cubanos que están de tránsito en el país, añadió la fuente.

FUENTE: EFE