Ecuador detuvo a un destacado programador informático sueco, uno de los primeros y ardientes partidarios de WikiLeaks, por una supuesta trama para chantajear al presidente del país, Lenín Moreno, por abandonar a Julian Assange.
Pero los amigos de Ola Bini sostienen que el experto en cifrado está siendo atacado injustamente por su activismo en favor de la privacidad digital.
Bini, de 36 años, fue arrestado el jueves en el aeropuerto de la capital ecuatoriana, Quito, cuando se preparaba para embarcar en un vuelo a Japón. La detención se produjo horas después de que Assange fuese expulsado de la embajada de Ecuador en Londres. Bini tenía al menos 30 dispositivos de almacenamiento electrónico.
Sus abogados dijeron que no se les han notificado los cargos que se le imputan. Según las autoridades, la trama urdida con dos piratas informáticos rusos no identificados que residen en Ecuador incluía la amenaza de publicar documentos comprometidos sobre Moreno mientras este endurecía su postura hacia el activista australiano.
"Si ha cometido algún delito que la Justicia lo determine y lo examine”, dijo la ministra ecuatoriana de Interior, María Paula Romo, el viernes. “Pero no podemos permitir que Ecuador se convierta en un centro de piratería y de espionaje. Hay que dar por terminado ese período”.
Romo agregó que Bini visitó a Assange en al menos en 12 ocasiones en la embajada en Londres. Además, viajó a Venezuela a principios de este año, casi a la vez que un colaborador cercano del exmentor de Moreno, ahora convertido en archienemigo, Rafael Correa. El expresidente concedió asilo a Assange en 2012 y lideró una campaña alentada por WikiLeaks para exponer una presunta corrupción de Moreno, que incluyó la publicación de dañinos documentos y fotografías personales, entre ellas varias en las que el dirigente aparece comiendo langosta en la cama.
Aunque se desconoce qué grado de relación tenían Bini y Assange, el creador de software sueco defendió el derecho a la libertad de expresión del fundador de WikiLeaks en un blog que mantuvo durante años.
"Cualquier funcionario que haya pedido que Assange sea tratado como un terrorista o como un combatiente enemigo debería considerar seriamente renunciar a su cargo”, escribió en diciembre de 2010.
En ese mismo blog, Bini criticó a Amazon por expulsar a WikiLeaks de sus servidores y a empresas de tarjetas de crédito como PayPal por negarse a procesar pagos dirigidos al cibersitio de filtración de secretos. Además, describió su trabajo en una conferencia sobre WikiLeaks organizada en enero de 2011 por Thoughtworks, la empresa para la que trabajaba entonces, y a la que asistió Daniel Ellsberg, conocido por la revelación de los llamados Papeles del Pentágono.
Experto en comunicaciones seguras, Bini llegó a Quito en 2013 tras su traslado desde la oficina de Thoughtworks _ una empresa que defiende el activismo social _ de Chicago a la de Ecuador. Casi al mismo tiempo, comenzó a replantearse sus hábitos en internet y, en un momento dado, abandonó su cuenta de Gmail en favor de otra dirección de correo electrónico albergada en un servidor propio.
"No soy partidario de tener toda mi vida electrónica almacenada alojada los auspicios de la legislación estadounidense, especialmente a la luz de los recientes acontecimientos”, escribió en una publicación de 2013.
FUENTE: AP