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Reabren centros comerciales tailandeses, pero con precaución

Los tailandeses acudieron en masa el domingo a los centros comerciales para disfrutar una vez más de sus oasis con aire acondicionado luego de que el país relajó una de las restricciones impuestas para combatir el coronavirus.

El gobierno permitió que los centros comerciales reabrieran después de que el número de nuevos casos del virus en Tailandia se redujo a menos de 10 durante más de dos semanas con excepción de un día. Habían estado cerrados desde marzo.

Los centros comerciales se han convertido en una parte integral de la vida de Tailandia debido a su clima tropical, particularmente en Bangkok, la sofocante capital.

La estudiante Baiplu Chaonuam expresó su alivio de poder regresar a un centro comercial en Bangkok.

“Empezaba a acostumbrarme a quedarme en casa, pero ser capaz de salir y ver cosas es una mejora a quedarme”, dijo.

Sin embargo, la experiencia de ir a un centro comercial podría no ser tan despreocupada a como lo era antes del virus, pues se han implementado medidas para reducir el peligro de que esos lugares se conviertan en un nuevo centro de infecciones.

Escáneres térmicos revisan señales de fiebre y cada cliente debe pasar por un rociador desinfectante en cada entrada. Todos deben usar mascarilla y mantenerla puesta toda su estadía. La gente no se puede aglomerar en las escaleras eléctricas, ya que debe mantener una distancia de dos pasos entre cada persona.

En una medida que ha generado controversia, los clientes deben usar sus smartphones para registrar electrónicamente cuando entran y salen de un centro comercial, y cuando entran y salen de tiendas. Si alguien después se enferma, esos datos almacenados se utilizarán para rastrear y contactar a cualquiera que pudiera haber estado en contacto con ellos en el centro comercial.

Varios países han adoptado el uso de las aplicaciones de monitoreo, lo que ha aumentado la preocupación entre los defensores de la privacidad. Pero el gobierno tailandés afirma que los datos sólo se utilizarán para objetivos de salud pública.

Había filas afuera de las tiendas de marcas costosas en el lujoso centro comercial Siam Paragon de Bangkok el domingo mientras los empleados hacían cumplir los nuevos procedimientos de entrada. Las familias caminaban por los pasillos observando los aparadores, y ocasionalmente hacían una pausa para desinfectar sus manos con gel de los muchos dispensadores.

La crisis del coronavirus ha golpeado duro a la ya tambaleante economía tailandesa. Millones de personas han sido despedidas, muchas de ellas con poca perspectiva inmediata de volver al trabajo. La reapertura de los centros comerciales proporciona cierto alivio al sector de las ventas.