El presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune, denunció este miércoles un complot en el seno de las administraciones públicas con el fin de desestabilizar el país, un día después de haber destituido a ochos alcaldes y gobernadores investigados por sospechas de corrupción.
"Ciertos responsables se conforman con mostrar su trabajo solamente delante de la cámara (...) El cine y la comedia se han terminado", advirtió el jefe del Estado en la apertura de la segunda reunión entre el Gobierno central y los walis (gobernadores) para evaluar los proyectos locales de desarrollo socioeconómico.
"El Estado trabaja para crear una nueva Argelia y estos responsables con sus acciones indignas dan la impresión al ciudadano de que nada ha cambiado", añadió Tebboune.
En esta línea, el mandatario criticó los tres meses de retraso en la distribución de las indemnizaciones a las familias afectadas por las medidas de confinamiento para hacer frente a la COVID-19, que ha provocado 36.204 contagios y 1.322 fallecidos en el país, y cuestionó si se trata de un "bloqueo intencionado".
Por ello, el dignatario amenazó con nuevas destituciones de aquellos responsables que "no se esfuercen por resolver los problemas de la ciudadanía".
Tebboune cesó este martes a cuatro gobernadores y cuatro alcaldes de provincias y municipios empobrecidos a los que se investiga por sospechas de corrupción, así como un amplio número de responsables vinculados a obras públicas y proyectos hídricos en estas llamadas "zonas de sombra", en las que malvive casi un cuarto de la población.
Argelia cuenta con unas 15.000 "zonas de sombra" habitadas por 8,5 millones de ciudadanos y desde el pasado mes de febrero fuentes oficiales informaron que las autoridades han lanzado más de 2.200 proyectos de desarrollo, ya que carecen de servicios básicos como electricidad, gas y agua corriente.
La situación es muy crítica en todo el país, no solo por el aumento de los casos diarios de coronavirus, sino también por la falta de camas y recursos en la mayoría de los hospitales, especialmente en el sur, donde además empiezan a ser habituales las agresiones físicas y verbales al personal médico.
Las autoridades achacan la escalada de los contagios desde que hace un mes comenzara el desconfinamiento a la "relajación y la falta de respeto de las medidas de precaución, como el uso de mascarillas", pero evitan cualquier referencia a la precaria sanidad argelina, considerada una de las mas deficientes del norte de África.