Irak cerró el domingo su espacio aéreo y sus pasos fronterizos mientras los votantes acudían a las urnas para elegir a un parlamento que muchos esperan consiga las reformas necesarias tras décadas de conflicto y mala gestión.
Un total de 3.449 candidatos aspiraban a 329 escaños en las elecciones parlamentarias, las sextas desde la caída de Saddam Hussein tras la invasión liderada por Estados Unidos en Irak en 2003.
Más de 250.000 agentes de seguridad en todo el país estaban encargados de proteger la votación. Militares, policía y fuerzas antiterroristas se desplegaron por centros electorales, algunos de los cuales estaban rodeados de alambre de espino.
Los comicios eran los primeros celebrados desde la caída de Saddam sin un toque de queda, lo que reflejaba una mejora en la situación de seguridad en el país tras la derrota del grupo Estado Islámico en 2017. Votaciones anteriores se vieron empañadas por combates y ataques mortales con bombas, que han castigado al país durante décadas.
Como precaución de seguridad, Irak cerró su espacio aéreo y dispersó a su fuerza aérea desde el sábado por la noche y hasta el lunes por la mañana.
Los resultados preliminares de las elecciones se anunciarían en 24 horas, según el responsable de la comisión electoral.
FUENTE: Associated Press