Corea del Sur encadenó el viernes su tercer día con más de 7.000 nuevos casos de coronavirus en medio de una ola de contagios sin precedentes que ha colapsado hospitales y que amenaza su objetivo de superar la pandemia sin decretar confinamientos.
El gobierno acelerará además la administración de la dosis de refuerzo acortando el intervalo entre la segunda y la tercera dosis desde los cuatro o cinco meses actuales a tres a partir de la próxima semana, agregó Kim.
Alrededor de 41,5 millones de personas, el 81% de sus más de 51 millones de habitantes, tienen la pauta de vacunación completa, pero apenas el 10% recibió la dosis de refuerzo.
El repunte de los casos en las últimas semanas, impulsado por la variante delta, estuvo acompañado de un aumento de las hospitalizaciones y fallecimientos, la mayoría de mayores de 60 años, cuya inmunidad ha bajado al haberse vacunado al inicio de la campaña en febrero.
Las autoridades endurecieron las restricciones para prohibir las reuniones sociales privadas con más de siete personas en la zona metropolitana de la capital, Seúl, y obligar a los adultos a demostrar su estatus de vacunación en restaurantes y locales cerrados. Pero según Kim, estas medidas no han logrado aún reducir las transmisiones.
FUENTE: Associated Press