Después del asesinato del sargento Julio Guzmán, miembro del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) ha resurgido el debate por la extensión de una veda de importación de armas en Panamá y esto, porque en informes preliminares sale a relucir el uso de un fusil AK47 por parte de los señalados en este crimen.
Los propietarios de armas cuestionan la efectividad de una veda en la importación, porque las armas siguen en manos de delincuentes pese a la medida impuesta en Panamá desde el año 2010, y extendida desde entonces cada seis meses.
Esta veda continuará, aseguró este miércoles el director general de la Policía Nacional, Omar Pinzón según dijo para mantener el control. Sin embargo, para Isaac Brawerman, de la Asociación Panameña de Propietarios de Armas (APPA), la veda no ha hecho nada "absolutamente" para evitar que este tipo de armas queden en manos de pandilleros.
Para Brawerman solo quedan dos opciones debido a que la veda no alcanza a armas de guerra como lo es un fusil AK47, o se trafica desde estamentos, o grupos criminales contrabandean esta clase de armas desde otros países.
No es la primera vez que las autoridades se encuentran con armas de grueso calibre portadas de forma ilegal, recientemente decomisaron fusiles y lanza granadas en un doble fondo en Parque Lefevre.
En el caso de la ronda policial donde fue atacado el sargento Guzmán, los hombres encapuchados además de herirlos, robaron las armas de reglamento del sargento y otro agente que acompañaba en la misión en el sector de Las Palmitas de Tocumen.
Con información de Ariel Ríos, periodista de Telemetro Reporta
FUENTE: Irma Rodríguez Reyes