En el distrito de Arraiján, cuatro niños sufrieron descargas eléctricas mientras intentaban derribar mangos. Uno de ellos ha sido dado de alta, pero dos permanecen hospitalizados en el Hospital del Niño, donde requieren la donación de pintas de sangre.
Por otro lado, destacan que el lugar donde se encuentra el árbol es el único espacio habilitado para que los niños jueguen fútbol.
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