El expresidente de la República de Panamá, Ernesto Pérez Balladares, reaccionó a los cuestionamientos en su contra luego de que se diera a conocer que fue vacunado contra el COVID-19 en su casa.
Telemetro Reporta contactó al exgobernante, y al preguntarle por qué no acudió a su centro de vacunación asignado, tal como han hecho los ciudadanos y otros expresidentes, Pérez Balladares dijo que “no estaba en condiciones de hacer una fila para ir a vacunarme... Yo pedí la cortesía de que me fueran a vacunar a mi casa era porque tenía un impedimento de salud en ese momento, y tenía un viaje programado, y accedieron a vacunarme en mi casa como una cortesía a un expresidente”.
Sobre a quién solicitó o quién autorizó este proceso Pérez Balladares se limitó a responder "eso es tema mío, no quiero meter a más nadie porque esto se ha vuelto un bochinche innecesario".
Pérez Balladares desmintió que sus hijas o nietos fueran vacunados en su casa, aunque reconoció que otras personas de su “burbuja” fueron inmunizadas. No especificó quiénes o cuántos.
Esta cortesía para Pérez Balladares no fue bien vista por ciudadanos que expresaron su descontento en las redes sociales, por la movilización de personal y recursos, mientras miles están a la espera de la confirmación de una cita para ser vacunados.
El exmandatario reiteró un mensaje que puso más temprano en su red social Twitter, atribuyendo todo el revuelo en torno a lo que han denominado una “Vacunación VIP” a envidiosos.
“La envidia mata a la gente, hay muchísima gente muy envidiosa que de alguna forma u otra piensan que por qué unos sí y otros no, nos guste o no nos guste lo cierto es que en el mundo no todos somos iguales, hay personas que por razón de muchas cosas son diferentes al resto… eso produce, de alguna manera, mediciones contra los que hemos tenido éxito y produce la envidia que estamos viviendo”, concluyó.