Mientras este sujeto atendía algunos asuntos laborales vía telefónica, sus compañeros le pusieron una tarántula en la espalda. Al ver que todos reían, comenzó a sonreír a la par de ellos, sin saber que era él mismo el objeto de burla.
Suscríbete a nuestro newsletter
Recibe todas las noticias en tu casilla de e-mail.
Suscribirse