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Irritado por ‘hackers’, Farah defiende su integridad

LONDRES (AP) — Tras otra semana desafiante fuera de las pistas, Mo Farah consiguió una victoria más. Luego, salió a defender su integridad.

En la penúltima carrera de su ilustre trayectoria, el tetracampeón olímpico ganó el domingo los 3.000 metros en Londres, durante una competición de la Liga de Diamante, con un tiempo de siete minutos, 33,15 segundos.

Luego, disfrutó la pleitesía que le rindió el público de su país. Dio una vuelta de honor y posó para las “selfies” en el mismo estadio donde consiguió su primer par de oros olímpicos en 2012.

“Es mi casa, y no hay lugar como el hogar”, dijo Farah. “Aquí es donde mi vida cambió, donde me gané mi nombre y donde todo parece normal”.

Esa percepción de normalidad sería un bálsamo. Existe un motivo por el que Farah puede sentir nostalgia de 2012. Aquellas victorias llegaron antes de que el dedo de la sospecha apuntara hacia el atleta y sus colaboradores.

Farah insiste en que ha tenido una carrera limpia y en que jamás se han presentado evidencias que permitan suponer lo contrario.

Pero las preguntas incómodas volvieron a asolarlo el domingo, una vez que salió de la pista en una tarde cálida de verano, en la que venció al español Adel Echaal.

Se le mencionó el tema de los datos supuestamente obtenidos por atacantes informáticos desde los sistemas de la Federación Internacional de Asociaciones de Atletismo (IAAF). De acuerdo con esa información, los resultados iniciales de los análisis de sangre realizados a Farah mencionaron un “probable dopaje”, según dijo un experto no identificado.

Otro archivo adjunto al mismo correo electrónico que difundieron “hackers” presuntamente vinculados con Rusia indicó que la situación del atleta británico “se considera ahora ‘normal’, tras la última muestra”.

“Me enferma tener que repetir esto, y ustedes simplemente están haciendo algo muy grande a partir de nada”, reclamó Farah a los periodistas. “Como dije, nunca, jamás he dado positivo en una prueba de drogas. Ése soy yo, y es como la gente me conoce. Trabajo duro en lo que hago, y simplemente lo disfruto. Esto es una pequeña distracción”.

Farah se fue disgustando más a medida que transcurrieron las entrevistas en la zona mixta, a la que llegó acompañado de su representante y vocera.

“Sólo puedo controlar mis piernas y lo que hago. Sé que hay mucha gente que me apoya, una nación entera”, destacó el fondista de origen somalí. “Sólo una minoría piensa que si tienes éxito es porque haces algo malo”.

La próxima vez que Farah regrese al Estadio Olímpico será para su despedida, compitiendo en el Mundial, antes de retirarse.

FUENTE: AP