Un nuevo estudio publicado hoy por la revista Science vinculó el estilo de vida, así como la dieta y el estado de salud, a la composición de la flora intestinal, en el marco de una de las mayores investigaciones sobre el conjunto de bacterias que viven en el intestino.
Los investigadores del Proyecto Flamenco de la Flora Intestinal, llevado a cabo en Flandes (Bélgica), identificaron hasta 69 factores asociados con la composición y diversidad de la flora intestinal, la mayoría de ellos relacionados con la salud, la dieta, la medicación, el género, la edad y el estilo de vida.
"Nuestra investigación los ha dado una enorme cantidad de nuevos datos sobre la composición microbiótica de la gente. Analizar la flora intestinal más habitual resulta esencial para desarrollar diagnósticos y medicamentos en base a las bacterias del intestino", indicó Jeron Raes, fundador del proyecto.
En cuanto a la dieta, el elemento más decisivo para determinar la composición de la flora intestinal fue el consumo de fibra, aunque también se halló una relación entre un grupo de bacterias y el consumo de chocolate sin leche, así como otro con el consumo de cerveza.
Los antibióticos y laxantes, así como los medicamentos contra la fiebre y las hormonas anticonceptivas o para aliviar los síntomas de la menopausia también determinaron la composición de la flora intestinal.
Según Raes, fue una sorpresa ver que cuestiones como la técnica usada por los doctores para asistir a las madres en el parto o el hecho de si el niño había tomado o no leche materna no tenían influencia en la composición de la flora.
"Estos resultados son esenciales para el estudio de enfermedades. El Parkinson, por ejemplo, se asocia típicamente a mayor tiempo de tráfico intestinal, lo que a su vez impacta con la composición microbiótica. Este y otros estudios pueden ayudar a los científicos en la investigación para futuras terapias", concluyó Raes.