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Puerto Rico considera exitosa su respuesta al simulacro de tsunami

Las autoridades de Puerto Rico consideraron hoy un éxito la ejecución de los planes de emergencia de los diferentes organismos y entidades públicas de la isla en el simulacro de tsunami que se llevó a cabo en la región Caribe, así como en parte de la Costa Este de EE.UU. y del Golfo de México.

El simulacro, que formaba parte del Ejercicio Completo de Tsunami del Atlántico (Lantex) que se realiza anualmente en la región, hizo saltar las alarmas en gran parte de la isla, que tomaron por sorpresa a parte de la población.

"Si en otra ocasión vuelven a escuchar estas alarmas y no tienen a nadie al lado que les diga que es una prueba, no hagan como ahora; salgan corriendo de inmediato hacia zonas elevadas", dijo la presidenta de la Junta de Calidad Ambiental de Puerto Rico, Laura Vélez, durante una conferencia de prensa en la capital puertorriqueña.

El estruendo de las sirenas tuvo lugar mientras Vélez y otros destacados dirigentes de agencias medioambientales estaban ofreciendo precisamente una conferencia de prensa al aire libre en San Juan, junto a la orilla del mar, organizada por la fundación Scuba Dogs Society, que vela por el mantenimiento del ecosistema marino de la isla.

Al sur de la isla, el Municipio de Ponce, la segunda mayor ciudad de Puerto Rico, confirmó en un comunicado que se ejecutaron satisfactoriamente los planes de seguridad establecidos.

"Esperamos que nunca tengamos que estar ante un aviso de tsunami real, pero siempre hay que estar preparados", dijo su alcaldesa, María Meléndez, quien aseguró que, tras el ensayo de hoy, Ponce ha demostrado cumplir "los requisitos para responder ante cualquier emergencia".

El simulacro en la isla incluyó avisos emitidos por el Centro de Alertas de Tsunami del Caribe y la activación del Sistema de Alerta de Emergencias, mientras que las emisoras radiales emitieron mensajes que aclaraban que se trataba de una falsa alarma.

En Ponce, las escuelas Aguayo y Segundo Ruiz Belvis y el Colegio Nuestra Señora del Carmen secundaron el simulacro, por lo que sus estudiantes salieron a las calles y simularon los protocolos de seguridad establecidos para estas situaciones.

El asilo de ancianos Asociación Benéfica se sumó al simulacro, lo que supuso el desalojó a los ancianos hacia un área segura.

En Toa Baja, municipio de la costa norte de la isla, sirenas de la red preventiva de alarmas que cubre el litoral fueron la primera alerta para la ciudadanía y efectivos de las autoridades locales acudieron a las áreas designadas para su desalojo.

El simulacro incluyó el rescate de un centenar de personas de la tercera edad de un centro de ancianos que fueron transportadas a un lugar seguro.

Aunque la meta era asegurar la prontitud y viabilidad de la red de comunicaciones entre las agencias de seguridad y respuesta, en esta ciudad se aprovechó también para poner en marcha un programa de concienciación de la ciudadanía sobre cómo proteger sus vidas en caso de sismo y su posterior tsunami.

Parecidos ejercicios se realizaron en muchas otras ciudades de la isla, como San Juan, Cataño o Aguadilla, que participaron en el ejercicio de simuló las consecuencias de un terremoto similar al ocurrido en 1755 en Portugal y su consiguiente maremoto, que afectó a gran parte del Caribe y la región del Atlántico de EE.UU. y Canadá.

Este ejercicio se llevó a cabo simultáneamente con el Ejercicio de Aviso de Tsunami para el Caribe (conocido como Caribe Wave) con el objetivo fundamental de permitir que cada país compruebe si funcionan sus sistemas de alerta y los protocolos de comunicación entre agencias públicas.

Junto a Puerto Rico y las Islas Vírgenes, también estaban convocados un total de 32 países y territorios de la región del Caribe, que durante los últimos quinientos años ha sido azotada por más de 75 maremotos, que ha causado más de 3.550 muertes, según datos del Programa Caribeño de Alertas de Tsunami. EFE

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