WASHINGTON (AFP). La vida en la Tierra pasó en 3,5 mil millones de años de una simple célula microscópica a las secuoyas gigantes o a las ballenas azules en dos períodos de tiempo bastante breves vinculados a la evolución geológica del planeta, según trabajos publicados en Estados Unidos.
El estudio, divulgado en los Anales de la Academia Nacional de las Ciencias de Estados Unidos (PNAS) del lunes, contradice la hipótesis comúnmente aceptada por los biólogos según la cual la vida evolucionó lentamente a partir de un microorganismo unicelular a organismos multicelulares complejos.
"Nos sorprendió observar que casi todo el aumento de tamaño ocurrió en dos intervalos de tiempo distintos", dijo Michal Kowalewski, co-autor del estudio y profesor de geociencia en la Universidad Virginia Tech (en Virginia, sudeste).
"Además, estos intervalos siguieron a dos eventos importantes de oxigenación" de la atmósfera terrestre, agregó el científico.
"Lo verdaderamente interesante es que cada uno de estos 'lapsos' corresponden con períodos en la historia de la vida marcados por una evolución en la complejidad biológica: el primero es la aparición de la célula eucariota y el segundo el desarrollo de la vida multicelular", dijo la investigadora Jennifer Stempien, otra co-autora del estudio.
La célula eucariota sucedió a la célula llamada procariota, que fue la primera forma de vida. Esta última es la más simple, carece de núcleo definido y se reproduce por división.
Las células eucariotas en cambio son mucho más grandes y avanzadas, con material genético (ADN) contenido en su núcleo. Necesitan oxígeno para sobrevivir y se reproducen sexualmente y evolucionaron en este proceso para adaptarse a su medio ambiente.
Es así como durante los primeros 1,500 millones de años de la historia documentada de la vida en la Tierra (de 3,500 millones) sólo se han hallado fósiles de bacterias simples, que no crecieron hasta que se desarrollaron organismos más complejos hace cerca de 2 mil millones de años, explican los investigadores.
No obstante, antes de eso ocurrió otro fenómeno clave. Hace más de 3 mil millones de años, las bacterias primitivas "inventaron" la fotosíntesis, con la que pudieron utilizar la luz del Sol y el dióxido de carbono (CO2) para alimentarse.
Estas bacterias luchaban para sobrevivir en océanos pobres de oxígeno, así como la atmósfera. Y como ocurre con las plantas hoy en día, estas bacterias aportaron oxígeno a los océanos y luego a la atmósfera gracias a la fotosíntesis. El oxígeno liberado hizo posible la evolución de estructuras celulares más complejas, lo que marcó la aparición de la célula eucariota.
En 200 millones de años, los organismos pasaron de ser microscópicos a tener el tamaño de una moneda.
No fue sino hasta que ocurrió otro gran aumento en los niveles de oxígeno, hace 540 millones de años, que la vida se desarrolló a formas multicelulares.
Actualmente, animales marinos como las ballenas azules o plantas gigantes como la secuoya pueden alcanzar tamaños mayores a los que tenían los dinosaurios más grandes.