Nuevas imágenes de radar han proporcionado evidencia contundente de que no hay cámaras ocultas dentro del sarcófago del rey Tutankamón, informó el Ministerio de Antigüedades de Egipto el domingo, poniendo un final decepcionante a años de emoción sobre las expectativas de encontrar algo.
Mostafa Waziri, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, dijo que un equipo italiano llevó a cabo exhaustivos estudios con un radar de penetración en el terreno que mostraron que la tumba no contenía ningún muro oculto como se sospechaba anteriormente.
Francesco Porcelli, de la Universidad Politécnica de Turín presentó los hallazgos en una conferencia con medios internacionales en la ciudad de El Cairo.
En 2015, el egiptólogo británico Nicholas Reeves insinuó, tras un análisis con escáneres láser, que la tumba de la reina egipcia Nefertiti podría estar oculta detrás de los murales del famoso sarcófago del rey niño. El descubrimiento despertó un interés masivo. Expertos inicialmente se apresuraron a respaldar la teoría pero posteriormente se distanciaron y terminaron rechazándola.
El ministerio señaló que dos escaneos anteriores por científicos japoneses y estadounidenses habían proporcionado resultados inconclusos, pero insistió en que la última información recabada demuestra que no hay secretos ocultos en el sarcófago.
“Se concluyó, con un alto nivel de seguridad, que la hipótesis concerniente a la existencia de cámaras ocultas o corredores adyacentes a la tumba de Tutankamón no está apoyada por los datos de los radares”, dijo el doctor Porcelli en un comunicado.
El ministerio ha trasladado las pertenencias del rey Tutankamón a un nuevo museo ubicado en las afueras de El Cairo, cerca de las pirámides de Gaza para que se sometan a un proceso de restauración antes de ser exhibidas. El traslado de las pertenencias invaluables se ha convertido en un tema delicado.
En 2014, la barba adherida a la máscara de oro del monarca egipcio fue accidentalmente destruida y se volvió a unir apresuradamente con un compuesto de pegamento, lo que provocó un alboroto entre los arqueólogos.
FUENTE: AP