Les confieso que el tema de hoy no fue fácil plasmarlo, ya que desde que conocí la historia de Eva, he quedado sorprendida de la fuerza y la valentía con la que ha afrontado todo el proceso. ¿Has imaginado cómo sería si te detectan cáncer de mama y a la vez te anuncian que estás embarazada?, pues es el caso del cual les hablaré en esta oportunidad.
Eva tiene 34 años de edad, antes de que recibiera el diagnóstico de cáncer de mama (en junio de 2015), era una mujer muy sana e inspirada en sus 4 hijos varones, su esposo y su madre, sin embargo; tiene antecedentes de esta enfermedad en su familia, pues sus dos hermanas fallecieron de cáncer de seno.
Todo comenzó en el mes de junio del año 2015, cuando se sintió una bolita en el seno derecho, fue al doctor inmediatamente quien le indicó que era necesario realizar la mamografía, después del resultado le informaron que querían estar seguros si se trataba de un tumor maligno, por lo que le realizaron una biopsia, siendo positivo el resultado. A los pocos días Eva recibió una noticia que le cambiaría la vida para siempre, ella me contó que toda la vida había soñado con tener una niña y en la búsqueda de la misma, tuvo 4 varoncitos, pero el destino estaba escrito y Dios le envió a esa bebé que tanto anhelaba, pero junto a una difícil prueba que ha superado y le ha hecho valorar mucho más la vida.
Seguramente se están haciendo muchas preguntas, como por ejemplo, ¿cómo hace una mujer embarazada con la quimioterapia?, pues bien, les explico. La situación de Eva fue un gran reto para el equipo médico que manejó su caso, ya que tuvieron que hacer una junta para analizarlo y dejarle claro que su vida y la de la bebé estaba en peligro, fue entonces cuando hizo una nota voluntaria donde aceptaría los riesgos que representaría el tratamiento en su etapa de gestación. La decisión fue tomada y Eva se aferró a Dios ante todo, confiando que todo saldría bien.
A los tres meses de embarazo comenzó el tratamiento, pero antes fue intervenida quirúrgicamente para someterse a una mastectomía radical (extirpación total de la mama y ganglios linfáticos axilares); sin duda, debe ser muy difícil verte al espejo embarazada sin uno de tus senos, seguir adelante a pesar de eso, es digno de admiración.
Le aplicaron 4 quimioterapias de las rojas (las más fuertes) y 12 de las blancas, Eva también tuvo que lidiar con la caída total de su cabello, siendo una mujer que lucía siempre su melena; conversando conmigo y con positivismo me dijo, "bueno, no perdí las cejas ni las pestañas".
Pero, ¿será que una mujer embarazada que enfrenta esta enfermedad puede amamantar?, la respuesta en NO, debido a que las secuelas del tratamiento pueden afectar los órganos del bebé, es por ello que desde el nacimiento de Hanna Victoria (7 de agosto de 2016), Eva la alimenta con fórmula. Los especialistas siempre indican que con la leche materna los infantes crecen más sanos, pero les aseguro que Hanna está sana, llena de vida y rozagante, tiene la bendición y la protección de Dios, así que no hay duda de que será una niña fuerte e inteligente.
Eva continúa su lucha, a finales del mes de septiembre comenzará con el tratamiento de radioterapia que en total serán 25 sesiones, con esto estoy segura que saldrá muy bien y podrá ganarle la batalla por completo a esta esta enfermedad. Siempre se apoyó con estas palabras "Nada es imposible para Dios, el amor de madre es infinito".
Por último, les dejo esta frase que me pareció muy significativa. "El cáncer abre muchas puertas. Una de las más importantes es tu corazón"-Greg Anderson.
FUENTE: Marilyn Cejas de Miranda