Si eres de las mujeres que están en la recta final del embarazo y en lugar de sentirse agotada, te entran unas ganas de poner todo en orden en la casa, pintar y decorar la habitación de tu bebé, ordenar armarios, lavar la ropita del nuevo miembro de la familia, entre otras cosas; déjame decirte que esa conducta tiene un nombre y es "síndrome del nido".
Te estarás preguntando ¿qué es eso del síndrome del nido?, pues te cuento que es cuando la futura madre se siente invadida por un estado de euforia que la impulsa a organizar, limpiar y ordenar la casa, más allá de los hábitos cotidianos; los científicos explican que es impulso surge de la necesidad instintiva de que el entorno se encuentre impecable y organizado para la llegada del bebé, de modo que los riesgos para su salud sean mínimos.
Pero... ¿cómo se manifiesta?, en algunas mujeres no se expresa limpiando u ordenando el hogar, sino organizando una y otra vez la bolsa que llevarán al hospital o las cosas del bebé. Por ejemplo, mi compañera de labores, Itza Arauz, me contó que sentía muchos nervios y quería tener la maleta lista porque siempre pensaba en qué haría si se adelantaba el parto.
"...era una mezcla de emociones, nerviosa, feliz, con temor pero con fe de que todo iba a salir muy bien...quería tener todo en orden, pero así como muchas ganas de limpiar a cada rato no", manifestó Itza, a quien este síndrome no se le manifestó como a otras mujeres embarazadas.
Lo cierto es que es importante dejarles claro que este síndrome no es una enfermedad ni nada parecido, es un comportamiento normal provocado por el aumento de los niveles de oxitocina, que se produce aproximadamente a partir de la semana 37 del embarazo; también es primordial saber que aunque este síndrome es inofensivo hay ciertas cosas que no debes hacer en tu estado, las cuales son:
- Cargar o mover objetos demasiado pesados.
- Realizar tareas demasiado agotadoras, sobre todo al final del embarazo.
- Subir unas escaleras porque a menudo las mujeres embarazadas sufren una afectación en su sentido del equilibrio.
- Manipular productos de limpieza demasiado fuertes que puedan afectar al bebé.
- Obsesionarte son alguna actividad hasta el punto que no logres conciliar el sueño en la noche.
¿Interesante verdad?. Además, no es raro que el futuro padre también sufra estos signos de anidamiento y opte por ordenar la casa. Si estás viviendo esta experiencia y quieres compartirla, sígueme y escríbeme en mis redes sociales.