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Fallo judicial, un revés para trabajadoras japonesas

Un fallo de la Corte Suprema japonesa, considerado un revés para los derechos de las mujeres y una victoria para los conservadores, ratificó una ley del siglo XIX que obliga a los matrimonios a usar un apellido para fines legales. El fallo pone de manifiesto los retos que enfrentan las mujeres trabajadoras, a pesar de algunos avances y la retórica oficial.

El primer ministro Shinzo Abe ha impulsado políticas que favorezcan la participación de las mujeres en la economía, tales como la creación de guarderías y la designación de mujeres en puestos directivos tanto en el gobierno como el sector privado.

Pero Japón dista de alcanzar esos objetivos. Un informe anual del Foro Económico Mundial sobre inequidad de género, difundido el mes pasado, sitúa a Japón en el puesto 101 entre 145 países. Estados Unidos ocupa el 28vo lugar, debajo de países europeos como Alemania, Francia y Gran Bretaña.

La embajadora estadounidense en Tokio, Caroline Kennedy, opinó en una conferencia de prensa el jueves que "esto requerirá un esfuerzo sostenido, con la participación de hombres, mujeres, niños, empresas, el sector académico. Y considero que sin duda esto conviene a los intereses a largo plazo de Japón y los intereses inmediatos de las familias y los trabajadores".

Kennedy, que se presentó como la primera madre trabajadora nombrada embajadora estadounidense en Tokio, reconoció que no se ha alcanzado la equidad de género en Estados Unidos: "No hemos resuelto este problema. Todavía es difícil equilibrar el trabajo y la familia en Estados Unidos. Pero creo que al compartir nuestras experiencias, podemos avanzar".

En un fallo largamente esperado, la Corte Suprema de Japón rechazó el miércoles una demanda constitucional contra una ley que obliga a adoptar un solo apellido, que en la práctica casi siempre es el del marido. Cinco de los 15 magistrados disintieron, al sostener que esa obligación viola la cláusula constitucional de equidad de género. El diario Asahi dijo en un editorial que "el fallo merece críticas por ir en contra de los tiempos en el sentido de que tanto los roles de género como las normas familiares han cambiado mucho a lo largo de los años".

Japón está lejos del objetivo que se ha impuesto de elevar la participación de las mujeres en puestos directivos del gobierno al 30% para abril de 2021. Una encuesta de la oficina del gabinete revela que las mujeres tienen apenas el 3,5% de los puestos directivos, y un funcionario dijo a Asahi que el objetivo debe ser realista.