La carrera de Salma Hayek podría haber seguido un rumbo muy diferente, consiguiendo que se le abrieran las puertas del género de acción mucho antes de entrar en la cincuentena, si a finales de la década de los 90 hubiese conseguido hacerse con el papel de la protagonista femenina en la saga 'Matrix.
"Habíamos superado muchos obstáculos, pruebas de pantalla y un sinfín de audiciones. Incluso trajeron a unos coordinadores de escenas de acción desde Asia. Era la prueba física. Yo soy flexible y ágil, pero también soy perezosa. Nunca fui al gimnasio, y eso que me advirtieron que iba a tener que correr, pero pensé: '¿Cuánto pueden hacerme correr realmente?'. Al final, no pude dar ni una vuelta alrededor de la habitación", le ha confesado a Jada Pinkett Smith en su programa 'Red Table Talk'.
Curiosamente Jada también llegó a la 'ronda final' de pruebas para intentar hacerse con el personaje que acabaría yendo a parar a Carrie-Anne Moss y, aunque ella tampoco consiguiera el trabajo, su habilidad física hizo que Salma se sintiera avergonzada de sí misma.
"Eras como una máquina de matar, delgada y sexy ¡Eras tan buena! ¡Y era tan bochornoso para mí! Estabas muy en forma, totalmente concentrada, y se notaba que eras muy disciplinada. Estabas muy preparada y además eras muy elegante. Recuerdo que me quedé mirando a esta mujer y pensé: 'Eso es lo que quiero ser cuando sea mayor'", ha recordado.
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