Aunque tiene una fortuna personal valorada en más de 20 millones de dólares a Isla Fisher -mujer del actor Sacha Baron Cohen- no le gusta derrochar el dinero, como demostró esta semana mientras disfrutaba de una agradable tarde de compras en Londres con su amiga Courteney Cox. Las dos artistas decidieron entrar en una lujosa boutique de lencería con la intención de comprar ropa interior para la protagonista de 'Friends', pero fue la actitud de la pelirroja y no la fama de ambas lo que más llamó la atención de las dependientas.
"No iban con guardaespaldas. Courteney e Isla vinieron solas, vestidas con ropa informal. Isla llevaba una mochila, como una turista más, y estuvieron mirando y comentando las diferentes colecciones. Sin embargo, Courteney se mostraba más reservada, parapetada detrás de sus gafas de sol oscuras. Isla se acercó a preguntarme si teníamos unas braguitas de color carne que pudiera ponerse Courteney debajo de un vestido concreto. Le enseñé lo que teníamos en la tienda y pareció gustarles", aseguró una de las dependientas de la tienda en exclusiva a la agencia BANG Showbiz.
Una vez las dos amigas encontraron una prenda que se ajustaba a lo que estaban buscando, se dirigieron a la caja para pagar. Sin embargo, la compra no llegó a concretarse porque Isla se escandalizó al descubrir que Courteney estaba a punto de pagar cien dólares por una bragas.
"Cuando me acerqué a la caja para cobrarles, Courteney me preguntó por el precio. Le dije que eran 41 libras [60 dólares] y ella me dio su American Express. Pero cuando Isla escuchó el precio dijo: '¿41 libras por unas bragas? Ni hablar, no vas a comprar eso. ¡Son casi 100 dólares!'. Isla tomó el control de la situación y dijo: 'Vamos a dar una vuelta y a explorar otras opciones. Si no encontramos nada más volveremos'. Courteney aceptó y me dijo: 'Volveremos'", añadió.