Para ser una estrella de la música, Anne-Marie tiene una de las peores fobias posibles: no soporta las apariciones sobre la alfombra roja ni posar para decenas de fotógrafos que le gritan para que se gire hacia un lado u otro y sonría. La razón por la que la cantante de 'Ciao' se siente como un pez fuera del agua en este tipo de situaciones es su certeza de que no sabe desenvolverse con gracia y estilo, y mucho menos disimular todos esos defectos que ella se encuentra, especialmente su cuello poco estilizado o su doble barbilla.
"Siento una gran presión para tener el mejor aspecto posible, pero sé que es algo que nunca sucederá porque tengo papada y además no sé posar. Es algo que me cuesta mucho. He tenido la oportunidad de observar a muchas mujeres haciéndolo, y es como si sencillamente supieran qué tienen que hacer en cada momento.
Cuando tienes centenares de cámaras apuntándote desde cualquier ángulo posible debes tener en cuenta muchas cosas, pero lo único en lo que puedo pensar yo es en mi papada", se sincera la artista en una entrevista al periódico Metro.Con el tiempo, Anne-Marie ha renunciado a emular a las modelos profesionales para, en su lugar, aceptarse tal y como es y servir de motivación a sus seguidores para que hagan lo mismo.
"No quiero estar estupenda todo el tiempo, porque no es algo realista", asegura en la misma conversación acerca de los estándares imposibles de belleza que rigen la industria en que trabaja. "Yo estoy tratando de acabar poco a poco con las expectativas de los demás sobre mí, bien sea compartiendo vídeos en las redes sociales sin maquillaje o saliendo a la calle con ropa ancha y poco favorecedora. Espero que puedan aceptarme tal y como soy", apunta.
FUENTE: Showbiz