La célebre diseñadora Donna Karan no se ha mordido la lengua a la hora de criticar el exceso de homogeneidad estética que, a su juicio, impera a día de hoy en determinados sectores de la moda contemporánea: una situación que contrasta con la enriquecedora variedad de estilos y enfoques que, según su experiencia, definía a la industria tanto en la década de los setenta como en los ochenta.
"Creo que en esos años se daba mayor relevancia a la individualidad, a la originalidad procedente de la diversidad de nuestras sociedades. Tenías las corrientes americanas, la británica, la francesa, la italiana: se le daba más valor al eclecticismo", ha reflexionado en conversación con el portal de noticias Footwear News.
Como se desprende de la misma entrevista, la también empresaria es plenamente consciente de que muchos de sus compañeros del gremio "piensan diferente" a ella y, por tanto, no parecen compartir su visión sobre la importancia de representar en las pasarelas la pluralidad existente en "nuestras culturas" y sociedades.
"A mí me gusta sentir esa diferenciación entre nuestras culturas, y por eso yo trato de trabajar en esa línea. Pero sé que la mayoría de los diseñadores piensan diferente a mí en este caso", ha asegurado en su interesante charla para, justo a continuación, expresar sus discrepancias con la 'política comunicativa' de la última Semana de la Moda de Nueva York.
"Creo sinceramente que se ha ofrecido demasiada información de antemano. Y claro, con los medios de los que disponemos a día de hoy, todo el mundo vio antes de tiempo las nuevas creaciones, antes de que las pudiéramos presentar como tal. Si los consumidores pueden ver las novedades seis meses antes de los desfiles, ¿qué sentido tiene que los sigamos haciendo? Es como ver una película, no la ves en tu casa antes de que se haya estrenado en los cines", ha apuntado.