Ahora que se está preparando para meterse de nuevo en la piel de Carrie Bradshaw en el reboot de 'Sexo en Nueva York' que prepara HBO Max, Sarah Jessica Parker se ha puesto a investigar en su armario -o la gigantesca habitación que haga las veces de vestidor en su casa- para tratar de encontrar alguno de los 'recuerdos' que se quedó de la serie y reconectar así con más facilidad con el personaje.
Tal y como se han apresurado a recordar sus seguidores en la sección de comentarios, se trata de una de las sandalias que el perro de Aidan, el novio de Carrie que por aquel entonces acababa de mudarse con ella a su apartamento, decide utilizar como juguete y acaba destrozando con los dientes para horror de la columnista. "Ese perro me debe 380 dólares", le reprocha ella furiosa cuando descubre que se trata además de uno de sus pares favoritos.
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